Narrativa musical I

Pantalla de cine: dos personas, en medio de la lluvia, se acercan para besarse. Comienza una suave música. A medida que el beso va subiendo de temperatura, la música crece en intensidad, hasta desaparecer con el fundido a negro de la imagen.

¿Por qué no nos extraña que se oiga música en una secuencia audiovisual? ¿Por qué está tan sumamente aceptado? Aunque pueda parecer un tema baladí, numerosos estudiosos han tratado el tema. Principalmente existen dos teorías al respecto:

1. El uso de la música en el cine es mas por una razón práctica heredada de sus primeros años de vida: con la música se conseguía anular el sonido del proyector, que era bastante elevado. Además, la música consigue dar corporeidad a las imágenes, añadiendo a las razones prácticas anteriores otras psicológicas.

2. El otro grupo piensa que el cine no es mas que otro arte y por tanto se utilizan los mismos elementos que en otras representaciones dramáticas como los ritos tribales, el teatro en la Grecia antigua...

Yo me quedo mas con lo que dicen los primeros, que la música (siempre que sea adecuada) consigue elevar el estado emocional que nos transmite la escena. Simplemente es otro elemento mas a sumar a la interpretación, la fotografía o el tipo de plano utilizado, y que hemos asumido porque simplemente, cuando vimos el cine por primera vez, ya estaba ahí.

En el cine podemos hablar de dos tipos de músicas: la diegética y la no diegética o incidental:

1. Diegética: Aquella que tiene justificación con la imagen, que pertenece a la historia. Si en una escena el protagonista coloca un cd y pulsa play, la música que suena está justificada y por tanto es diegética.

2. No diegética: Es aquella que no tiene un referente en la imagen. Es el caso que describo al principio.

En algunos casos, la música puede pasar de ser diegética a no diegética. Esto suele ocurrir sobre todo en los musicales (en un intento de justificar lo imposible: que un tipo se ponga a cantar cuando debería empezar a hablar).

Jugando con esos dos tipos de música, el director junto al compositor deben primero decidir qué quieren contar con la música a nivel general. Hablarán del tono, los instrumentos (cuerda, viento o número de ellos), de bandas sonoras de referencia...
Posteriormente, el director pasará el guión técnico al compositor que comenzará a trabajar en la banda sonora. Una vez terminada la película y con un primer montaje de la misma, el compositor empezará a ajustar la música compuesta a la duración de las escenas, realizará la música de transición (aquella que suena de una escena a otra) y preparará las entradas y las salidas de la música en cada escena (corte abrupto, cabalgando sobre la escena siguiente, fade in/out...).

Algunos ejemplos típicos de diferentes cosas que se pueden hacer con la música:

1. "Lo que la verdad esconde": Uso de la música para despistar al espectador. El compositor intenta constantemente dirigir su atención a elementos sin importancia creando tensión donde no la hay.

2. "Tiburón". La creación de una fanfarria muy reconocible hace que Spielberg no necesite mostrar al bicho para producir terror. La sola presencia de la música asusta al espectador que sabe que el tiburón está dispuesto a atacar pues ya se ha mostrado previamente un ataque bajo la dichosa fanfarria.

3. "Los siete magníficos": Algo parecido a lo anterior. El compositor crea una música para los buenos y otra para los malos. Así el director puede prescindir de planos explicativos de quién es quién; lo deja todo en manos de la música.

4. "El jovencito Frankenstein" y "Aterriza como puedas". Uso de música dramática en situaciones cómicas, para potenciar aun mas cada uno de los gags visuales, que adquieren un sentido aun mas cómico pues la música les da una trascendencia que no tienen. Uso continuo del Mickeymousing (subrayado musical de hasta el mas mínimo detalle)

5. "Psicosis": El uso de los golpes de violín es un sonido desagradable, que crea una sensación de inquietud. Todos conocemos la secuencia de la ducha. En ella Anthony Perkins no asesta mas de cinco puñaladas a su víctima. El director utiliza la música para incrementar la crudeza de la escena, consiguiendo que con menos de cinco puñaladas parezca que aquellos es una verdadera carnicería, gracias a la asociación golpe de violín-puñalada que se crea en el espectador.

Tengo que hacer un segundo post sobre esto pues me ha quedado un poco largo y me he dejado bastantes cosas en el tintero. Bueno, se me olvida decir que todo esto era para decir que, bajo mi punto de vista, Alberto Iglesias es el mejor compositor de bandas sonoras del mundo. Ala.