10 noviembre 2008

Las ediciones especiales contra mi

En mi afán completista, esta semana he tirado de tarjeta y de rebusco en internet para hacerme con cosas que me faltaban de Goldfrapp. Soy un maldito perfeccionista para estas cosas y de dos o tres grupos tengo que tenerlo TODO (Fangoria, La Casa azul y estos pavos). Incluso sabiendo que muchas veces estoy pagando por algo que ya tengo (malditas reediciones) o por algo que no merece la pena. El caso es que esta semana me he hecho con un concierto en directo estupendísimo (Morning becomes eclectic), la sesión que el grupo grabó para iTunes y la edición especial de Seventh Tree.

El primero son 9 archivos que todos vosotros deberíais bajaros. Es un concierto breve pero precioso, a pesar de que Alison tenga un "resfriado de mierda", como ella dice. Incluso así son 7 canciones en directo y algún que otro divertido interludio. Y la calidad de audio es muy buena (no como ese .rar que circula por ahí con las versiones instrumentales de Seventh tree, al que algún listo le ha aplicado el filtro ese que elimina la voz para dejar sólo la música: sólo decir que no es una técnica que parezca estar muy avanzada, porque los resultados son nefastos). Una buena forma de empezar a conocerles.

Del itunes Sessions, poco que decir. No entiendo muy bien este concepto, ya que son 11 canciones con otras 13 que no son más que conversaciones y explicaciones sobre los diferentes temas que van intercalando Alison y Will. Hasta ahí bien, es un producto sólo para fans y se entiende que vamos a apreciar las parrafadas. Pero entre la voz susurrante de Alison y lo largos que son estos interludios, la cosa se hace eterna. Vale, con saltárselas o directamente borrarlas no hay problema. Pero el caso es que algunas interpretaciones son bastante sospechosas y otras son directamente remixes. O será que yo no entiendo el concepto itunes Session. O mejor: que no hay nada que entender y es una especie de recopilación comentada y elegida por el grupo. No pasen por caja como hice yo.

Y ya por último la edición especial, que es a la que más ganas le tenía. La caja de cristal viene con una funda y una nueva foto. Y el libreto también incluye otra (de tamaño 3x2 páginas de libreto), además de una nueva foto promocional. Nada más abrir el paquete, empezamos mal. El típico cartelito de "este disco es la rehostia y te lo digo yo que se de lo que hablo" está pegado sobre la caja de cartón que envuelve al cd. Ni plástico ni nada. Además, intentas quitarla y se viene el fondo. Así q e tengo que dejarla ahí para toda la vida. Otra cosa: el precio está regularmente elegido. 16 euros por un disco que ya tengo más un DVD (si, lo se). El disco de audio es exactamente igual (ni rastro de la ESTUPENDA versión coral de Hapinness ni de la versión de Not over yet de los Klaxons). Así que deposito todas mis esperanzas en el DVD. Y el caso es que, una vez visto, la cosa tampoco es para tanto.

El DVD abre con un concierto celebrado el 21 de junio (solsticio de verano: muy de Goldfrapp) de 5 canciones (Hapiness, You never know, Caravan girl, Monster Love y Little Bird, además de una versión instrumental de Clowns con escenas de los camerinos), 2 actuaciones de televisión bastante curradas y bonitas y los tres videos de los singles (A&E -que aún no entiendo pero que me parece bonito-, Caravan Girl -bastante simple- y Hapiness -muy muy muy bueno-). El problema está en que el concierto (lo que más me interesaba) es bastante normalito, con una estética bastante fea (intencionadamente fea), con cámaras de mano, saturación de colores, brillo exagerado que hace que lo que vemos en el escenario pueda ser o Alison Goldfrapp o un saco de harina y una selección de temas bastante regulera. Eso sí, es la misma actuación que pudimos ver en el Ola! Festival y me recuerda cosas muy bonitas.

Está claro que quejarse a estas alturas de que una edición especial es menos de lo que esperas es un poco de pardillos. Hace tiempo que todo el mundo debería de haber dejado de confiar en las discográficas y en las decisiones que estas toman, más movidas por relanzar las ventas de un determinado disco (que esperaban hubieran ido mucho mejor) que por aportar algo artísticamente que merezca la pena o que complemente/complete lo que ya había sido publicado. Pero sinceramente de ellos, esperaba mucho más.

27 octubre 2008

Superhéroes a pleno sol

Si estás leyendo esto, enhorabuena. Has aguantado mi par de meses de sequía. No te creas que esto va a ser un comeback espectacular: más bien se quedará en un intento de retomar una rutina que ya no tengo. Y no voy a dedicar tampoco muchas líneas a decir el porqué de este parón porque simplemente no hay razones para ello. Si usas un poco el buscador de la izquierda verás que no es la primera vez (de peores baches hemos salido).

Y como tampoco es que tenga muy claro por donde empezar, empezaré por cualquier parte. Por ejemplo por aquí: últimamente me ha dado por ver películas de superhéroes. No es que antes no las viera, pero es que me he puesto a mirar y de los cienes de gigas que me he ido descargando de un tiempo a esta parte, la mayoría son películas de gente con mallas. Creo que todo ha venido por la excitación que sentí al ver el segundo Batman de Nolan en pantalla grande. Fíjate tú, a mis años y emocionándome como cuando iba al cine y veía Pulp Fiction y después me compraba el guión, la banda sonora y el póster, para que a nadie le quedara duda alguna de que me había encantado.

El caso es que desde ese momento me he visto los dos primeros X-Men, los dos primeros Spidermans, el primer Batman-Nolan, Iron Man, me he comprado El caballero Oscuro de Frank Miller y me estoy leyendo Las asombrosas aventuras de Kavalier y Clay de Michael Chabon (guionista también de Spidey 2). Que por si no lo sabéis, también va de superhéroes y del nacimiento de los cómics de superhéroes. De entre todo lo que he visto, y así de abajo (lo que menos) hacia arriba (lo que más), yo diría que X-Men 2, Iron Man, Spiderman 1, el libro de Chabon, X-men 1, Spiderman 2, Batman Returns y The Dark knight (película). Más o menos así quedaría la lista, a falta de ver Spiderman 3 y de leerme El caballero Oscuro.

El párrafo anterior por supuesto carece de cualquier interés para alguien que hubiera visto las películas en su momento. Pero yo es que soy muy de ver los blockbusters cuando pasa un tiempo, cuando en mi cabeza todo lo externo que me incita a verla ha desaparecido. Prefiero bajarme mis 4,7 GB de película (yo no me bajo. avi's) y ver si merece la pena o no. Y ya después si eso paso por caja. Lo que sí que te debería importar es no haber visto la mejor película serie A con espíritu de B que he visto en muchísimo tiempo: La niebla. Si no la has visto, tienes que correr a por ella. Nada de tráilers, nada de hacer caso a todo lo malo ni lo bueno que te digan de ella: libérate de prejuicios y disfrútala como se merece. Hacía tiempo que no me emocionaba, pasaba miedo, sentía asco y alababa un final como el de esta película, uno de los más desasosegantes que he presenciado en mi vida de espectador. Y si señores: todo esto en un supuesto producto mainstream dirigido por el de Cadena Perpetua y escrito por Stephen King. Un milagro.

Y ya está, que para el comeback es suficiente.

03 septiembre 2008

Suecia finita

Ya de vuelta, no sabía muy bien si hacer una entrada sobre todo lo que he visto por allí o hacer una mini guía de viaje por si a alguien le apetece hacer la misma ruta. Al final creo que iré mezclando ambas cosas o haciendo lo que me de la gana, ya veré. Aviso que esto ha quedado muy largo...

El viaje de ida
En ave hasta Madrid y en avión (por supuesto) de Iberia hasta el aeropuerto de Arlanda en Estocolmo; debido a los sucesos de dos días antes, el piloto era perfectamente consciente de el miedo que tengo e iba anunciando todo lo que iba a pasar en cada momento, lo cual se agradeció. Una vez allí, el trayecto desde el aeropuerto hasta el centro de la ciudad se puede hacer en tren (unos 30 euros) en 20 minutos o en autobús, que sale por unos 12 euros (ida) y tarda 45 minutos. Elegimos autobús, porque sabíamos que había que empezar a recortar.

La ruta
La idea inicial era llegar a Estocolmo y pasar 3 días. Después, marcharnos un día a Uppsala (un poco más al norte), bajar hasta Malmö (4 horas en tren), pasar dos días más y continuar hacia Lund donde estaríamos otros dos días. Y por último regresar a Estocolmo desde donde salía el avión de vuelta. El primer fallo fue considerar alojarnos en Uppsala y Lund. Uppsala está a 42 minutos en tren de Estocolmo, por lo que es factible el viaje de ida y vuelta en el día. Lo mismo ocurre con Lund: una vez que estás en Malmö, el tren hacia Lund tarda 12 minutos, por lo que no hay porqué alojarse allí. Lo digo porque, en ambos casos (Uppsala y Lund), son ciudades bastante aburridas por la noche (entendamos noche todo aquello a partir de las 20.30h), así que no merece la pena pernoctar. En lugar de eso, el viaje ideal hubiera sido:
  • Llegar a Estocolmo y estar 5 días, uno de los cuales lo dejas para visitar Uppsala.
  • Bajar hasta Malmö y estar 4 días más, reservando uno de ellos para ir a Lund y otro (o quizás dos) para ir a Copenhague.
  • Salir desde el aeropuerto de Malmö de vuelta a España y no tener que volver a Estocolmo (4 horas en tren)
Porque esa es una de las cosas inesperadas que hicimos y donde acertamos de lleno: escaparnos un día a Dinamarca, que desde hace unos años está conectada a Suecia mediante el puente Oresund y que te permite montarte en un tren en Suecia y en 45 minutos aparecer en Dinamarca. Hay salidas de ese tren cada 20 minutos desde Malmö y Lund y el viaje cuesta unos 25 euros ida y vuelta, por lo que merece la pena.
De todas maneras, los billetes para moverte por Suecia en tren es interesante sacarlos antes de llegar. En la página de la compañía de trenes sueca se puede hacer con bastante antelación, y así te ahorras bastante dinero. De costarnos un viaje 30 euros comprado con antelación a pagar 90 euros por sacarlo en el momento hay un trecho, la verdad.

Las ciudades

  1. Estocolmo: absolutamente recomendable. Llegar a Estocolmo y aparecer en esa bahía rodeados de islas verdes con edificios señoriales es una sensación difícil de explicar. Allí todo es majestuoso y te empequeñece un poco. No quiero decir con eso que sea una ciudad elitista ni nada por el estilo, pero si que es verdad que al principio la magnitud de todo te abruma. Después vas conociéndola por partes y ves que es bastante más abarcable que otras grandes ciudades. Desde el barrio viejo (Gamla Stan) con sus cafeterías perfectamente situadas y ambientadas (y donde vimos las primeras mantas disponibles para que los clientes se abrigaran si tenían frío) hasta el centro comercial de la ciudad, la zona de Maria Torget con sus tiendas de diseño sueco, pasando por los paseos en barcos-taxi hasta otras islas o la visita al cementerio de Skogskyrkogården en nuestra infructuosa búsqueda de la tumba de Greta Garbo. Un sitio para disfrutar en verano y volver en invierno, pues Estocolmo nevada debe ser más espectacular incluso que verla soleada.

    En Estocolmo hay cantidades ingentes de tiendas de moda, H&M por todas partes (realmente agobiante, de veras), alguna que otra de discos (menos de las que hubiera querido) y sobre todo mucha tienda con tonterías. No hay que dejar de visitar el Petsounds (no por el precio de los discos, sino por su catálogo) y cualquiera de los DesignTorget disponibles (lo que se dice "tienda de tonterías" sueca a precios imposibles: aunque no compres, hay que verlos). No hay que irse de Estocolmo sin ver el Vasa Museum, hacer una ruta en barco por las islas, ir al museo al aire libre de Skansen sobre la vida sueca y comer muchísimos dulces, auténticas maravillas en las que los suecos no tienen rival.
    La estancia en Estocolmo no es especialmente cara. El hotel en que estuvimos era el StayAt Stockholm Solna: a dos paradas de metro del centro de la ciudad y muy tranquilo. Las habitaciones son mini apartamentos decorados de Ikea (por supuesto) con el desayunio incluído (importante: puede que sea tu comida más fuerte del día, así que no escatimes). El último día, por variar, nos alojamos en el albergue-barco Rygerfjord, una malísima idea. No vale ni como experiencia: habitaciones muy pequeñas, ventilación nula y muchísimo ruído durante la noche.

  2. Uppsala: Ciudad universitaria (con todo lo que eso conlleva) pero con un centro muy animado (eso sí, antes de las 20.30 de la noche: después, nada de nada). Tiene una zona universitaria bastante amplia... y poco más. Como visita está bien, pero pasar allí más de 12 horas no merece la pena. Eso sí, tiene una pequeña zona, al lado del río, en la que vivi uno de los atardeceres más bonitos de mi vida.

    Aquí empieza nuestra relación con los hoteles Scandic, que gustaban de obsequiarnos con un Nuevo Testamento en cada una de las habitaciones. En esta ciudad el hotel está bastante céntrico y es el mejor de los Scandic en los que hemos estado. A partir de ahí, todo fue a peor...No por ser una ciudad más pequeña los precios son menores: el café sigue costando cuatro euros, como en casi toda Suecia. 

  3. Malmö: es la segunda ciudad más grande e importante de Suecia, aunque su población es de alrededor 200.000 habitantes, lo que nos da una idea de lo que en Suecia entienden por ciudades grandes. Se trata de una ciudad marítima, por lo que eso significa puerto y playas. De lo primero, si eres fan del salmón y el arenque, estás de suerte. De lo segundo casi seguro que ni vas a poder disfrutar, porque el tiempo difícilmente te dejará poner un pie en la playa semidesnudo. Así que lo que queda es una ciudad mucho más urbana que Estocolmo, con más mezcolanza de gente y una sensación de que no hay mucho que ver.

    Una vez superada la impresión, en Malmö no hay que perderse el Turning Torso, (bastante espectacular desde abajo), apreciar el barrio exclusivo que le han montado a su alrededor (con lo que a mi me gustan unas paredes de cristal que permitan ver desde fuera), dar un paseo por el puerto y sus playas y paseo marítimo, ir al Teknikal Museet y meterte dentro de un submarino sueco para comprobar que tú no vales para eso, pasear por Lila Torg y tomarte un café olé en cualquiera de sus cafeterías o simplemente sentarte en un parque y ver pasar a gente. En esta ciudad es donde llegamos a tocar fondo con el tema de la comida: no por lo mala o buena que fuera, sino porque nos sentimos totalmente estafados en un sitio en concreto que aún no hemos olvidado. No hay que irse de la ciudad sin visitar la tienda de tonterías de rigor: en este caso, CoolStuff.

  4. Lund: La última de las ciudades inicialmente previstas es la ciudad más antigua de Suecia, y también cuenta con una población universitaria bastante elevada. Eso, unido a que a los tres días comenzaban las clases, hizo que toda Lund estuviera llena de universitarios disfrazados, en una especie de ritual para conocer gente que aquí en España sustituimos por lanzamiento de huevos o carreras desnudos por el Campus. La ciudad, pues normalita. Una catedral bonita por fuera y horrendérrima por dentro, con un inexplicable gusto por el dorado. Y como en toda Suecia, millones de tiendas (visita obligada: Lagerhaus), cafeterías y parques con lagos casi perfectos.


  5. Copenhague: Viaje relámpago e inesperado que nos proporcionó un fin de viaje espectacular. La ciudad impresiona casi al mismo nivel que Estocolmo, con sus canales y sus edificios impresionantes e impresionantemente uniformes, por lo que se convierte sin duda en un must-visit si viajas a Suecia, debido a la buena comunicación existente con Dinamarca. Si cualquier ciudad de Suecia era perfecta para ir de compras, Copenhague no se queda atrás y dispone de unos de las calles comerciales más grandes que yo haya visto en mi vida. Aquí sufrimos otro cambio de moneda, por lo que a estas alturas del viaje yo ya sacaba la visa con una alegría supina, y pagaba lo que me dijeran.

    Y como teníamos tan poco tiempo, decidimos hacer el paseo en barca para recorrer la ciudad desde el mar, lo cual fue una buenísima idea porque si no no hubiéramos podido abarcarlo todo. Ahí es donde vimos a la famosa Sirenita y nos enteramos de su decepcionante historia. Mito caído. Ah, y es la primera ciudad del mundo que visito con canales que tienen el agua transparente. 
El viaje de vuelta
Llegada al aeropuerto de Aralanda en bus y espera hasta embarcar. Esta vez el capitán era bastante soso y no abrió la boca en todo el viaje. Sin incidencias hasta llegar a Madrid, donde el metro, sus obras y cambios de estaciones hicieron que, con dos horas de margen, casi llegaramos tarde a coger el Ave en Atocha. Todo para nada, porque en la estación no había tensión en las vías y llegamos a nuestro destino exhaustos, a las 2 de la mañana, 1 hora y media tarde pero con el dinero de Renfe reembolsado, eso sí.

A destacar

  • Los precios en Suecia son un imposible. No hay diferencias entre ciudades más grandes o pequeñas, todo es un despropósito. Después cuando miras un ticket te das cuenta de porqué: los impuestos suponen un 25% del total, por lo que si un café te cuesta 4 euros, 1 se los lleva el Estado. De todas formas es algo que tienes que tener previsto porque allí las coronas vuelan, literalmente. Recomendable llevar una cantidad en Coronas suecas y el resto tirar de tarjeta.
  • Los horarios: acostumbrarse es un poco difícil. Tanto al comercial (10 o 11 a 17 o 18) como al de comidas. al final llegó un momento en que después de comer nos preguntábamos si habíamos comido, merendado o cenado. Se desayuna a eso de las 7:30, se come a las 11 y se cena a las 6. Lo que hace que mientras paseas, no pares de ver a gente comiendo en los bares: unos desayunan, otros comen y otros simplemente pican algo. Lo que hace que tú te pongas a ello y entre cafés, tartas, sandwichs, comida rápida, perritos o comidas de verdad, tengas la sensación de que allí no se hace otra cosa que comer.
  • Los suecos son rubios, eso ya lo sabíamos. Lo que no sabíamos es que algunos eran de tinte, que se notaba tela. Cuando llegas te impresiona un poco tanto ojo azul y tanto pelo casi albino. A los dos días ya nada te sorprende. Aunque es verdad que había mucho sueco/sueca espectacular pero muy poco maduro/madura medianamente aceptable, por lo que me voy con la idea de que envejecen bastante mal. Y el inglés, algo que al principio hablas con timidez, acabas creyendo incluso que podrías sobrevivir en un país extranjero ya que poco a poco vas perdiendo la vergüenza. Más que nada porque si no, no puedes hacer nada...
  • La comida basura. Cantidades ingentes de sitios de comida rápida. Bestial. Te permite poder ahorrar un poco en el viaje, aunque a los 4 días ya estás hasta el jato de tanta rapidez. Comer bien en Suecia es caro pero no impracticable. El problema es que lo que ellos llaman comer bien es comer, a lo mejor, un sandwich de pan con semillas de amapola y cantidad de verdura y jamón ahumado dentro junto a un refresco. Y por eso, 30 euros, pues no.
  • Los trayectos entre ciudades me han permitido ver que vivo en un pais desértico. Es impresionante la cantidad de verde que ves donde quiera que mires, tanto en las ciudades como en los viajes entre las mismas. Paisajes idílicos formados por una casa de madera roja, techo negro y 200 metros de hierba alrededor y lagos por doquier. Yo ya he decidido donde voy a jubilarme.
  • Y lo que más me dolió: en general, muy poca reivindicación de Abba. Un cartelito a la llegada al aeropuerto de Estocolmo y una mini sección en el museo de la música, bastante prescindible por cierto.

12 agosto 2008

¡A Suecia!

A Estocolmo
Pues al final la cosa se fue cerrando y resulta que el 22 de Agosto nos vamos a Suecia para poner nuestra pica donde nos dejen. Lo que al principio comenzó con un "¿Y si nos vamos a Estocolmo? Se ha convertido en una realidad, y dentro de poco podremos pronunciar eso de... "¡A Estocolmo!", cual mujer al borde de un ataque de nervios. Espero que esta vez no haya terroristas chiítas de por medio.

El vuelo lo reservamos hace meses (abril, creo), lo que me hace preguntarme si no soy demasiado previsor para algunas cosas. La ruta la decidimos después (Estocolmo->Uppsala->Malmöe->Lund->Estocolmo), y los hoteles vinieron casi solos gracias a mis contactos en cierta agencia de viajes Criptanense (¡gracias, Javi!). El desconocimiento del terreno ha hecho que tenga mis dudas sobre el viaje que hemos organizado. Por un lado, creo que vamos a estar en Estocolmo muy pocos días (3) para todo lo que hay que ver. De eso me he dado cuenta esta semana cuando me he puesto a mirar las guías de la ciudad y he intentado recolectar todo lo que la gente me ha dicho que tengo que ver (¡gracias Susana y gracias mogkumo!). Y lo contrario: en Lund estaremos dos noches y tres días, cuando nos han dicho que en una tarde se ve todo bastante bien. Así que ese trayecto final lo dedicaremos a hacernos unos largos en la piscina climatizada del hotel, que para eso la hemos pagado.

Otro tema importante es el dinero: en todos los foros recomiendan que la cartera debe ir bastante llena de SEK's porque allí la vida es carisíma. No se si creérmelo del todo, pero la insistencia de todo el mundo me está haciendo sospechar. Eso, unido a que Suecia decidió no acogerse a la moneda europea (cuánto saben) y que el euro no es moneda habitual (eso no es Gibraltar), ha hecho que tengamos que cambiar e irnos con un dinerito curioso entre los pechos, que digo yo que los cafés no podremos pagarlos con tarjeta.

Lo de comer ya es otro cantar. Hace tiempo que en nuestros viajes decidimos que comer no es importante y que preferimos dedicar nuestro dinero a otras cosas, como beber o directamente pasar un día más en el sitio de destino. Eso y que el arenque no es mi comida favorita hará que sea lo menos recordado del viaje seguro. A ver si me equivoco y por una vez, en uno de mis viajes como en condiciones.

Y por último: ¿lo de coger un albergue situado sobre un barco con baño compartido ha sido una buena idea? Lo descubriremos pronto.

En fin, espero que mi mente cuadriculada de ingeniero encaje con la forma de ser de los habitantes del país más civilizado de Europa; y prometo en cuanto vuelva hacer una entrada sobre si mis miedos y preocupaciones se han cumplido o por el contrario todo ha sido maravilloso. Estoy casi seguro que será esto último...

29 junio 2008

La comunidad (4º parte)

Hace tiempo que no hablo sobre mi comunidad y los cambios que han afectado a la misma en este tiempo. La última vez fue para comentar la famosa reunión de vecinos, de la cual salieron algunas propuestas... que ninguna ha sido llevado a cabo. Bueno, la vecina argentina ha abandonado el barco y estoy seguro que algún que otro vecino estará frotándose las manos por no tener que aguantarla. Al final, sus sospechas de que en esa casa se tramaba algo no se han confirmado: sólo hemos podido cerciorarnos que, en 40 metros cuadrados vivían 4 personas y 4 animales, dos perros y dos gatos. Así que el cambio de domicilio creo que es más debido a lo segundo que a que formaran parte de algún grupo terrorista chiíta. El caso es que el piso está vacío y en breve asistiremos a la entrada de un nuevo concursante-vecino del que daré cuenta en su momento.

Pero la verdadera razón de esta entrada es hablar de la iglesia evangélica que está instalada en el local comercial del edificio. Disponen de la mejor zona del edificio para después sólo venir los domingos a echar un cantecito. Está claro que las pensiones de las juventudes cristianas no dan para pagar el alquiler y en su momento tuvieron que compartir gastos con la comunidad china (raza cruel) del barrio. El caso es que los domingos por la mañana les toca a los hispanocristianos y por la tarde a los chinocristianos. Y aunque normalmente por la mañana es paz y quietud, esta mañana le han dado bien al cante y me he visto obligado a contrarrestarlos con música pop, en una lucha en la que creo he salido ganando: el Like a Virgin nunca sonó más apropiado. Los chinos son otra cosa. Con ellos me siento indefenso, no tengo armas. Ellos atacan con cánticos, niños gritando en el patio y discursos que ríete tú de Mao Tse Tung. Me es difícil después verlos en la tiendadechino sabiendo que me han jodido la siesta domingo a domingo desde hace un año (por cierto, hoy al ir a los chinos he visto una nueva empleada que tenía unas extrañas marcas en su cuello: esto puede abrir una vía para nuevas entradas). Todo esto aderezado con 45 grados de temperatura hacen que el efecto adquiera dimensiones estratosféricas.

En otro orden de cosas, parece que la convivencia con los vecinos del edificio parece que va mejorando. Difícilmente podía empeorar, porque en mi vida he visto menos relación con nadie que la nuestra. He conseguido saludos y alguna conversación con la vecina de arriba y su marido no-oigo-la-tele-ponla-más-fuerte. Y la chica del rellano parece que tiene lengua, cosa que dudábamos cuando llegamos. Pero nada que ver con mi antiguo edificio, el cual sigo frecuentando de vez en cuando y me permite saber que: la macarena (recuerden: sus borracheras hacen que se mueva como la Virgen de La Macarena) ha dejado de teñirse el pelo y ahora pasea sus canas por el barrio, haciendo que su aspecto sea aún más inquietante y que parezca que viene de echarse una siesta con Teréle Pávez. El del garaje de abajo sigue con su negocio, a pesar de que alguien ha osado en abrir un lavadero de coches similar cerca del barrio, y ha tenido el valor de poner un cartel que lo anuncia cerca del suyo. cartel que alguien (o él) se ha encargado de mutilar en 0,2seg. Y el heterogay del edificio de enfrente ha decidido que el Cd de Eurovisión 2002 estaba lo suficientemente oído en el barrio como para cambiarlo por el del 2005, por lo que sus fiestas speedo-piscinatoy tomarán ahora otro cariz. Y el viejo R. ha dejado la bebida. Y si él ha podido, cualquier cosa es posible.


Otras comunidades:
>> La comunidad I: la china sustituida.
>> La comunidad II: este es mi barrio
>> La comunidad III: reunión de vecinos happy hour

04 junio 2008

El rey del baile

Esta no es una entrada sobre un concierto, ni una crítica a un disco determinado. Es una forma de expresar las buenas sensaciones que tuve en el concierto de Richard Hawley el sábado en Territorios. Supongo que el no conocer ninguna de sus canciones hizo que me pasara por el concierto sin ninguna expectativa, y aunque al principio todo me sonaba igual, poco a poco me fui metiendo y empezando a disfrutar.

Fue más o menos a la mitad del concierto cuando empecé a sentirme como si estuviera en la fiesta de graduación del curso del 67 y fuera a ser elegido rey del baile: canciones como Valentine, Tonight the streets are ours, la aparición de una leve lluvia durante el concierto o las perfectas y atronadoras (y no descontroladas) guitarras hicieron que consiguiera evadirme y, durante algunos minutos, relajarme y disfrutar. Y que alguien consiga eso en mi es un mérito increíble.

Experiencia que se hace aún más maravillosa al oir ahora sus canciones, en frío, y darme cuenta que no me provocan lo mismo. Que el momento hizo lo suyo y que difícilmente se podrá repetir. Supongo que eso es todo lo que se le puede pedir a un concierto...

>>MySpace de Richard Hawley

02 junio 2008

Paliza

Últimamente no paro de fijarme en toda la gente que veo en mi camino al trabajo. Entre otras cosas porque no sería la primera vez que por ir despistado, alguien me pegara. Sí, lo confieso: me han agredido un par de veces en la calle. Y siempre la misma mujer.

Quizás sea lo más vergonzoso que me ha pasado hace mucho tiempo. Y más vergüenza siento aún porque la agresión se produce en público. No quiero decir que la tía me pegue una paliza cada vez que me ve, pero sí que me ha dado sendos empujones que han hecho que casi acabe con mis huesos en el suelo. En mi defensa tengo que decir que, debido a mi costumbre de ir con el ipod a toda leche por la calle, no suelo oir los gritos que preceden a sus agresiones, por lo que cuando me doy cuenta ya la tengo encima con las manos en alto. Y para mí, casi que me duele más que la gente vea cómo me pegan en la calle que el hecho de que me peguen.

El caso es que además de esas dos veces, otra vez ha esperado a que pase por su lado para, en ese instante, pegar un grito y hacer que yo pegue el bote del siglo (avergonzado de nuevo). Así que ahora, directamente, cuando la veo corro como las balas intentando que se fije en otra persona y me deje en paz. Así que aviso para navegantes: suele estar por la Plaza de San Pedro, calle Puente y Pellón y Plaza de la Encarnación. Si la ven, no cedan a su sonrisa y corran en dirección contraria, que esta aprendiz de Miami no tiene piedad.

26 mayo 2008

Discotraxx.es


No, este no es el fin de este blog. Pero sí que me apetecía diversificarme un poco. Desde hoy, podéis encontrar una novena parte de mí en Discotraxx.es. Si, con .es

18 mayo 2008

Mal día para dejar de oler pegamento

Llevo semanas sin dormir como es debido. Como es debido, para mí, es dormir 8 horas. Si no las duermo, al día siguiente esas horas que me faltan hasta llegar a ocho son totalmente desperdiciadas. Es decir, que para arrancar el día ya no necesito el típico café, sino que además necesito que pasen esas dos horas de aturdimiento provocado por no haberlas dormido.

El caso es que al principio no le di importancia, pero es que ya me estoy empezando a preocupar. Eso de acostarme y que la primera vez que me despierte ya sea la definitiva, no me gusta nada. Y es que estando en la cama, por más que intento no hacerlo, mi cabeza empieza a dar vueltas pensando en todo lo que podría estar haciendo de no estar tumbado. Se me ocurren mil cosas, y casi ninguna útil, por cierto. Me he ventilado en pocos días la primera temporada de The Office y las dos terceras partes de Arrested development, amén de haber visto películas completas y por supuesto conseguir manejar perfectamente las motos del Mario Kart, consecuencia de las horas que le he echado al tema.

Anoche empecé con las valerianas, pero me da a mi que hace poco. No confío demasiado en las hierbas, ni en las medicinales ni en las que sirven para evadirse, así que voy a tener que buscarme otro remedio. La leche caliente la descarto porque es algo que no he soportado nunca. Me da asco, sin más. Y el hacer deporte a las tantas para llegar a casa reventado, pues como que no. Así que pocas opciones me deben de quedar, aparte de la opción Carmina. O me tomo las cosas de otra manera, o voy a empezar a dormirme en cualquier parte, en plan abuela cuando dicen eso de "no, he cerrado los ojos un momentito pero a conciencia...". O también buscarle el lado bueno a la situación y ventilarme en un pis pas mi dvdteca, repleta de cintas compradas y nunca vistas por falta de tiempo.

04 mayo 2008

Vida total

Parece ser que este mes se están cumpliendo algunas cosas que llevaba tiempo esperando que pasaran. Por un lado, dentro de poco seré padrino de una persona (cosa que nunca me habían ofrecido supongo que por mi mal llevar con los niños). También, a final de mes, si todo sigue según lo esperado, veré a Rufus Wainwright en directo. Y por fin anoche, después de ver como me iba perdiendo todos y cada uno de los conciertos que iba dando en ciudades accesibles para mí, pude ver en directo al gran Guille Milkyway/La Casa Azul.

La actuación se enmarcaba dentro del festival South Pop, organizado por una discográfica de cuyo nombre no quiero acordarme. Y aunque la hora de comienzo oficial era la 1:45 de la noche, nos fuímos un poco antes para ver al resto de grupos, a los cuales no conocía ni de oídas. Una vez allí, visita a los puestos de merchandising para comprobar lo tontos que creen que somos en esa discográfica y visita obligada al puesto de tickets. Visión general del personal, dentro del cual no veo mucha cara conocida aunque sí que mucho compañero de trabajo (pero de los que aun desprecian a la parte digital del medio en que trabajo). Un par de fotitos y empiezan a circular los grupos del cartel: Manos de Topo (ejem... ¿por qué cantas así, compañero? No, en serio, tengo curiosidad de saber lo que pretendes...), Soy un caballo (que se han ganado una segunda escucha) y High Llamas (momento corte de venas). Y por último, La Casa Azul, que no entiendo muy bien qué pintaba dentro del cartel. Así que empieza el montaje y la gente, antes desperdigada, empieza a acercarse al escenario.

Comienza el concierto y mis temores iniciales se disipan. La hora escasa de concierto anunciada parece que será más, y que el concierto será similar a los ofrecidos en otras ciudades. Para el que aún no lo sepa, en esta "gira" el escenario está vestido con 5 TFT: aquí se intercalan imágenes de los miembros ficticios de el grupo junto a creaciones audiovisuales que van vistiendo las canciones, ya que en el escenario sólo está Guille junto a sus teclados, un piano y una especie de Telesketch.
Y si alguien dudaba de si la propuesta funciona, puedo decir que ROTUNDAMENTE SÍ. Las pantallas y las imágenes que en ellas aparecían estaban perfectamente sincronizadas con los sonidos. Tanto aquellas en las que los miembros ficticios del grupo tocaban los instrumentos (o las palmas, o bailaban el 'do the robot') como las videoproyecciones (o como se llame esto) creadas para cada canción eranpara caerse de espaldas. Referencias a la cultura pop en forma de videojuegos, cantantes femeninas, discográficas, al surf pop, a toda la estética japonesa... Un bombardeo de imágenes que hacía que lo que sonaba subiera muchísimos enteros. Guille no canta muy bien, pero eso no importa lo más mínimo. Todo el mundo que va a sus conciertos se sabe las canciones de pí a pá (Mare de Castro dixit) y le echamos una mano en los altos cuando le hace falta. Él lo sabe y juega con eso, alejándose del micro cuando sabe que no llega.

Abrió con La Revolución Sexual (nada de dejar el último single para el final, hay que empezar en todo lo alto) y siguió con Chicle Cosmos, Hoy me has dicho hola por primera vez, En noches como la de hoy... Vamos, lo clásico. Entre medias, una versión del Love is in the air y para finalizar el Cerca de Shibuya y Como un fan al piano. Porque hubo canciones al piano, y eso fue precisamente lo que más me sorprendió: el desvestir las letras de esa producción tan recargada (marca de la casa y cosa que a mi me encanta) hizo que adquirieran un dramatismo del que nunca había sido consciente. Sobre todo Como un fan, que me llegó a poner los pelos de punta.

Supongo que nada de lo que he contado aquí es nuevo para aquellos que lo hayan visto alguna vez. Pero entended mi subidón después de tantos años de Repeat+Shuffle de sus discos. Y verlo allí, en el sitio más especial que tiene esta ciudad con tanta gente compartiendo emoción y subidón. A día de hoy, no hay grupo que me provoque más sensaciones que LCA: ya sea por lo original de la propuesta, la cuidad estética, las miles de referencias con las que te sientes identificado, el respeto del autor a sus seguidores, sus guiños, o sobre todo, por las canciones: canciones que hablan de cosas muy tristes mientras suenan pa-pa-pas o la-la-las. Sin duda, el grupo que yo quisiera tener si me dedicara a esto de la música.

30 abril 2008

Ambición gay

Lunes noche en la fnac. Puesta a la venta del nuevo disco de Madonna. Acontecimiento freak donde los haya. Nadie disfrazado, para mi pena. Todos los presentes padecen de homosexualidad. Los discos debajo de una manta para evitar que nadie compre antes de las 12, aunque todos los presentes tiene el disco en casa desde hace dos semanas. Todos por supuesto odian el disco, pero allí están. Presencia de prensa. Veo al fotógrafo que hace unos años me propuso posar en actitud poco decorosa para él, en un arrebato de calentura nunca visto. Siento bastante pena por él y por cómo fotografía a todos los presentes. Y dudo que trabaje para alguien más que para su mano derecha.

Llegada de Verónica Electrónica, la doble oficial de Madonna en España. Así es como ella se define, nadie lo ha comprobado nunca. Se jacta de rechazar entrevistas en AR por su miedo escénico. Aun recordamos su no-emitida actuación para un programa en Cuatro cuando el Hung up. Tenemos que entrar con ella porque la falsa vergüenza no la deja avanzar. Menuda mierda de diva. Todos los presentes se rinden a su parecido y comienzan a hacerse fotos con ella. Ella convierte a todos los presentes en la sala en mariliendres, dando un nuevo giro al significado de la palabra mariliendre.

Llega Angelita la Perversa, al parecer muy conocida en la ciudad, a hacer su número. Mientras, Funny DJ va pinchando temas de la anfitriona sin orden ni concierto. Una mesa allí dispuesta te invita a gastarte 12 euros en un single de cartón. Me impresiono/siento náuseas por algunos fotologueros, a los que no superaré nunca el haberlos visto en movimiento. Empieza el playback con Hanky Panky y sigue con Vogue: esto no debe haberlo hecho nadie nunca... Se levanta la sábana y todos compran el disco, algunos incluso dos veces. Regalan una chapa que a algunos parece compensar el gasto de 8 euros más de lo que realmente vale el disco. Rellenan papeletas para ganar un móvil con el disco de Madonna (así ya lo tendrán tres veces) o un viaje a París para un concierto privado. Privado con 3 millones de personas más de todas las fnacs del mundo. Vuelta de Angelita para hacer el playback de Jump y 4 minutes. Asegura que ella es más de 2 Hearts de Kylie, y se atreve a comenzar a cantarla. Todos los congregados se ríen. Al parecer todos la conocen y la tienen agregada en su lista de Amigos/Favoritos. La adoran solo como un homosexual puede adorarla. Sorteo del móvil que le toca a una persona que grita quejándose de su suerte porque él quería el viaje y no esa mierda de móvil. Robo de fotos de las paredes por parte de los fanes. Frase de Verónica para la posteridad: "¡Hay que ver como son los maricones que no les gusta el disco!". Despedida y huida del lugar.

26 abril 2008

Teen cinema


Hace unos meses, yo era uno de esos espectadores que se aterrorizaban ante la visión del cartel de cualquiera de estas tres películas: Virgen a los 40, Supersalidos y Lío Embarazoso. Normal: los títulos, los actores pseudo-desconocidos, los carteles promocionales (bastante deleznables), los personajes arquetípicos... No había nada que me hiciera mover un dedo y dedicarle un minuto a alguna de estas películas. Todo cambió cuando un compañero, al que respeto y no entiendo a partes iguales, me las recomendó. Bueno, también ayudó que me hablara de las críticas que habían recibido en la edición española de Cahiers du cinema.

Así que me senté a ver la primera (Supersalidos) con una mezcla de escepticismo e incredulidad, a sabiendas que serían los típicos productos al que el crítico pedante y aleccionador de turno le coge el gusto y coloca en su estantería de películas favoritas sólo para poder defenderse de las acusaciones de "espectador de películas de arte ensayo": Oye, no, que entre mis favoritas están Supersalidos y Aterriza como puedas, que yo no soy así. Un trofeo más que añadir a su lista de películas para sacarle de un apuro.

Pero hete aquí (sí, le he robado la expresión a Cuca García de Vinuesa) que no. Que lo que me encontré me gustó mucho. Judd Apatow y Seth Rogen (productores de los tres títulos, director -el primero- de Virgen a los 40 y Lío embarazoso y actor en los tres filmes -el segundo-) forman una pareja que han creado tres títulos de imprescindible visión para aquellos que adoran a John Hughes; especialmente el Hughes de El Club de los cinco o de producciones suyas como Todo en un día o La chica de rosa. Tienen Apatow&Rogen en común con Hughes el cariño por sus personajes, el que sean personas normales, con sus defectos y virtudes, solo que estas últimas sólo salen a relucir al rodearlos de otros personajes que los hacen tienen aun más defectos que los primeros. Eso y una especie de cruzada por reivindicar un tipo de cine que ya no se hace: el de la comedia de adolescentes hecha con cerebro. Porque aquí no hay American Pies (que no digo yo que no deban existir, ojo) ni Scary movies. Aquí lo que hay son pequeñas historias y situaciones muy reconocibles para el espectador; historias que se ven con una sonrisa en la boca durante todo el metraje; personajes que de patéticos que son consiguen que simpaticemos con ellos (todos hemos conocido y conocemos a cientos de McLovin'); y sobre todo un intento de hacer cine desde la industria pero con sus propias reglas: una forma de acercamiento al género de comedia adolescente, solo que la diferencia está en que ahora dirige una persona con cerebro y espera que sus espectadores también lo tengan.

Y, desde ya, soy fan de esta pareja: por todo lo que he dicho y por meter en sus películas a Catherine Keener, Steve Carrell y sobre todo, a Paul Rudd. Lo siguiente está siendo verme la primera y única temporada de Freaks and geeks, la serie que hicieron en 1999 en la que apuntaban maneras y temas de sus filmes posteriores, y que me está dejando muy buen sabor de boca. Y si, está claro que esta gente no lo debieron de pasar muy bien en sus años de instituto....

12 abril 2008

Stardust

Acabo de descubrir el vídeo realizado para aquel tema que me fascina y que descubrí hace un tiempo: el Touch me de Sara Montiel. Para aquellos que no lo recuerden, abajo pongo el enlace al post en el que hablaba de él. Pero es que el video eleva (o hunde) el tema a los altares o al infierno, según se mire. Sara meets croma y se lo pasa como la perra que es. Atención al tocadiscos, a los golpes de pelo y al luminoso Stardust -Polvo de estrellas-. A la altura de cualquier película S de Jess Franco con Lina Romay. Para enmarcarlo.



>> Anteriormente: Tócame

06 abril 2008

¡A Estocolmo!

Se cumplen 20 años del estreno de la película de cabecera de este blog y de quien lo escribe. No es muy habitual que se celebre el aniversario de algo relacionado con una película en España; estas cosas se suelen dejar para cuando el director o alguno de sus protagonistas muere. Supongo que simplemente querían celebrar lo bien que se lo pasaron algunos en el rodaje y todo lo que vino después. Para tal evento, la productora El Deseo se ha sacado de la manga un pack con el CD BSO Almodóvar (lanzado las pasadas navidades) y la película remasterizada (y nada más), con el pressbook original, 15 postales de los títulos de crédito y todos los posters de las películas del director. Todo ello por el exagerado precio de 57,95 €. Sobra decir que cualquiera que quiera demostrarme su amistad puede regalármelo.

Supongo que a estas alturas a nadie le sorprenderá que sólo diga cosas buenas de esta película. Creo que, de largo, es la película que más veces he visto en mi vida. Y no hablo de 10 o 15, hablo de muchas más. Me se diálogos, qué escena viene detrás de otra, qué gestos van a hacer cada uno de los actores... Casi enfermizo.

Recuerdo además que era la película de los sábados en mi casa. Durante la mañana, mientras mi madre nos ponía a recoger nuestros cuartos y a echarle una mano, siempre estaba 'Mujeres...' puesta de fondo. La escena de la persecución en taxi, los ingredientes del gazpacho, la confesión de María Barranco, las apariciones de Chus... todas hacían que dejara de hacer lo que estuviera haciendo y nos acercáramos a la tele a echar un ojo. Y aunque parezca mentira, conozco casos similares: gente que cabreaba a otra gente cuando sonaba el "Soy infeliz", hartos de oírla tantas veces.




Vista ahora, puede parecer inocente, desfasada y facilona. Ese mismo año se estrenaron "Amanece que no es poco" y El Lute II, la primera un suicidio comercial y la segunda un éxito previsible. El cine español se encontraba con una película que, aparentemente, podría ser catalogada dentro del género de comedia madrileña (que tantas cosas y directores olvidables ha dado... ¿verdad, Colomo?). Lo que no sabían es que ninguna de las comedietas españolas estrenadas años atrás había tenido ni siquiera una de las capas que ésta podía tener. Referencias teatrales (La voz Humana), estéticas (las comedias de Rock Hudson y Doris Day), homenajes (Johnny Guitar como ejemplo del tipo de mujer fuerte que sufre por un hombre), autoreferencias cinematográficas (a la relación entre madre e hijo de Matador) y sobre todo, un sentido del sufrimiento de los personajes que ya apuntaba maneras y allanaba el camino de todo lo que iba a venir después.

Supongo que todo eso, a mis 11 años, pasaba desapercibido para mí. Pero hete aquí que yo me quedaba fascinado por los colores, por los primerísimos planos, por lo extravagante de los personajes, por la escena de la moto y de Julieta Serrano disfrutando encima de ella, por los títulos de crédito, por las canciones, por el personaje de Loles León (¿por qué decía dos veces por favor en la frase "Por favor, quien haya pedido un radio taxi que acuda a centralita por favor"?), por lo corta que se me hacía, por el famoso asesino de Cuatro caminos, por el colirio, por el terrorismo chiíta, por los testigos de Jehová, por el "me cago en la puta madre de esa señora" de Kiti Manver, por la lucha con gazpacho, por el "A Estocolmo" que pienso soltar en cuanto llegue Agosto, por los laboratorios Exa, por esa casa (que ya estaba en mi cabeza como el ideal donde vivir) y sobre todo, por el mambo taxi: porque el mambo... es lo que mejor va a este tipo de decoración.

10 marzo 2008

La Revolución Electoral

Está a punto de finalizar mi primera jornada electoral en la que mi trabajo importaba algo. Aunque es verdad que hasta el último momento no la tenía todas conmigo y creía que todo se iba a ir allí donde se van habitualmente las cosas (descubrir el concepto cacheo de consultas a BD en el último minuto no ayuda tampoco mucho), al final todo ha ido bien. Muy bien, diría yo. Supongo que el medio en el que trabajo tampoco es que sea referente de nada y no mucha gente lo ha utilizado para seguir los datos electorales. Eso ha hecho que la velocidad de carga de la página de portada no se haya resentido demasiado, algo que si han sufrido elpais.com y el mundo.es en mayor medida.

El caso es que siempre me había imaginado vivir un acontecimiento importante como la noche electoral en un periódico, y la verdad es que me lo había imaginado mucho más movido. Supongo que el hecho de que la cosa estuviera bastante cantada desde el principio le restó emoción al evento. Y puestos a frivolizar con la comparación, la misma poca emoción que la elección del representante de TVE para Eurovisión. Ea, ya estáis contentos, mandamos a un humorista creyéndonos que vamos con algo nuevo y original cuando Alf Poier fue, si no recuerdo mal, en el año de Rosa de España, la ex-gorda reina del televoto. La verdad es que ver a Guille de LCA actuando en TVE me hizo sentir un poco mal, como esas veces que enseñas algo que ti te parece lo más grande pero que cuando ves la expresión de la otra persona te vas dando cuenta de que quizás nunca deberías haberlo enseñado. Me hubiera gustado verle allí, dando un toque de dignidad a un festival que parece creado para que él lo gane.

Y sí, yo creo que laCarrá debería tener un programa fijo en España por ley.

05 marzo 2008

Release the stars at least

Su piano, su ego y yo estaremos ahí para verlo.

05 febrero 2008

La comunidad (3era parte)

Ayer tuve mi primera reunión de comunidad de vecinos. A decir verdad, estaba acojonado, quizás por los recuerdos de otras reuniones de vecinos en las que he estado, quizás por mi miedo a conocer gente nueva que sé que no va a tener nada que ver conmigo. Uno cree que ha madurado con los años y que las responsabilidades económicas y vitales que ha ido adquiriendo le han hecho evolucionar un poquito más (hacia no se sabe dónde, eso sí), pero nada. Cuando realmente te das cuenta de que una etapa de tu vida se ha acabado es cuando tienes que asistir a tu primera reunión de comunidad.

El sitio, el bar de abajo, como no podía ser de otra manera. Cuando llegué, como no conozco a ningún vecino (no es que no haya visto a mis vecinos en mi vida, es solo que la mayoría de los pisos están alquilados y nunca le he visto la cara a los dueños) tuve que hacer la vergonzosa pregunta de "¿Sois vosotros los de la reunión de la comunidad?". Tras una presentación inicial, nos pasan a un comedor donde el camarero empieza a ponernos un mantel, tenedores, copas de vino y cervezas. Empieza mi acojone porque no se en qué va a acabar todo esto.

Tras excusar a dos vecinos que no asisten como acto de rebeldía y desacuerdo con la gestión de la comunidad, empezamos a hablar del local que tienen alquilado los de la iglesia evangelista y que cada domingo (en dos sesiones: una hispana por la mañana y otra de la comunidad china por la tarde) nos deleitan con sus cánticos y rezos. Llegamos a la conclusión que mientras paguen no podemos hacer nada (aunque me recomiendan la ventana con doble acristalamiento para reducir ruidos). Después hablamos de la subida de cuotas (al parecer nuestro piso es el más grande y por eso pagamos más), de la insonorización del garaje y de los que bajan las bicis por la escalera (en ese momento yo omito que tengo una bici, para no caerles mal ni descubrir que quizá yo haya sido el causante de esas manchas en la pared salmón de la escalera). Más o menos en ese punto uno de los vecinos (de Tomelloso) saca un queso, dos botellas de vino y pide un plato de jamón y de gambas (mi acojone aumenta porque sólo tengo 5 euros en mi cartera). Al decirle que he estado en Tomelloso y que he hecho mi ruta del Quijote particular me lo gano. Desde ese momento me convierto en su principal aliado para todas sus reivindicaciones.

Cuando ya llevamos dos cervezas, dos botellas de vino y un plato de jamón y otro de queso, me encuentro con que, no se como, soy el encargado de las bombillas del edificio. Llegamos a la conclusión de que es una comunidad muy tranquila y que no debemos quejarnos tanto (y doy fe, que desde pequeño llevo viendo peleas verbales, agresiones e incluso desmayos en las reuniones de vecinos que hacían en casa de mis padres), aunque todos llegamos a varias conclusiones: la pareja formada por la argentina y su novio esconden algo, porque no abren la puerta cuando llaman para cualquier cosa, que hay que comprar un felpudo y que hay que cambiar dos bombillas. Todo esto en dos horas y media.

Al final me lo pasé muy bien y me fui a casa achispado achispadísimo. Está claro que las perspectivas negativas ante cualquier evento se pueden transformar en positivas con dos botellas de vino de Tomelloso de por medio...

Otras comunidades:
>> La comunidad I
>> La comunidad II

22 enero 2008

I can't make it alone

Siempre he tenido la costumbre de, cada vez que escucho una canción, intentar imaginarla como banda sonora de una situación que me gustaría vivir. Digo gustaría porque normalmente son cosas que no puedo hacer o no se dan las circunstancias para hacerlas. De repente oigo Only a fool would say that en la versión de Ivy y me imagino en el descapotable de Cary Grant en "Atrapa a un ladrón" por las carreteras de Mónaco o Saint Tropez o No hay problema de Pink Martini mientras ruedo una película en la que sólo aparece Carmen Maura haciendo de chacha y recogiendo los trastos del ático de Mujeres al borde de un ataque de nervios.

Muchas veces me gustaría ver mi vida desde fuera, como un espectador único que asiste a una proyección privada, en la que pudiera valorar mis actos, mis pensamientos y mis acciones. Este domingo, mientras me despedía de alguien que se iba por un tiempo indeterminado a otra ciudad, echaba de menos todo aquello que hubiera hecho de la escena un plano maravilloso: las emociones estaban allí, pero yo echaba de menos un vestido tipo el de Holly Hunter en El Piano, una buena lluvia, un barrizal en condiciones y la música de Michael Nyman repitiéndose en un loop infinito mientras yo me tiraba al suelo y hacía que el vestido se hinchara como una de las escenas que visualmente más me impactaron en su tiempo. Al final no hubo nada de eso, solo una despedida rápida para evitar exponerme demasiado y muchas emociones contenidas de las que me desahogué en privado.

Después, oyendo una y otra vez una de mis canciones favoritas de los últimos días (y que ya he agradecido a quien tenía que agradecer por descubrírmela), me he dado cuenta que estaba equivocado: que esa canción podría acompañar perfectamente a esta foto que acabo de encontrar y que ha motivado la escritura de esta entrada. Yo el domingo también fui un poco el perro de esta foto, acompañado por el Yesterday When I was young de Dusty Springfield.

20 enero 2008

20 de enero

Otra vez 20 de enero. Otra vez otro acontecimiento importante en este día, especial desde el fatídico 2005. Desde entonces, este día ocurre algo importante a mi alrededor que hace que me plantee si el destino me está gastando una broma. Y el hecho de que coincida con el título de una canción tampoco es que ayude mucho a olvidarlo...

Sólo espero que ninguno vuelva a ser como el primero.

18 enero 2008

Los crímenes de Oxford

Una pena. Eso es lo que pensé nada más salir del cine tras ver la nueva película de Álex de la Iglesia. Pena en el sentido de decepción, de ocasión desaprovechada, de poder haber sido pero no. El director, acostumbrado a dar cales (La comunidad) y arenas (Muertos de risa) venía de filmar una de las mejores cosas que se han hecho en este país: La habitación del niño. Por eso incluso la decepción es mayor: las expectativas eran altas y la historia prometía, además de que el reparto elegido hacía presagiar lo mejor.

De entrada, la historia comienza dejando gotitas que pueden hacer erizar el vello de los geeks, nerds y toda la gente microsierva de la sala. Términos como sucesión numérica, Fibonacci, teoría del caos o principio de indeterminación de Heisenberg se alternan con apariciones más o menos disimuladas de cubos de Rubik o máquinas Enigma. Cuando uno piensa que en la historia todos estos elementos van a participar, empieza a frotarse las manos. Y de hecho el comienzo promete, con la llegada de un estudiante americano a la universidad de Oxford para realizar su tesis. Allí sus planes iniciales se verán trastocados por un crimen que desencadenará la historia y que le hará agudizar su ingenio para intentar resolverlo.

El problema está en que la historia se acaba ahí: todo lo que viene detrás no me interesó en absoluto. Y no es que al director le venga grande meterse en ciertos temas (ya digo que en La habitación del niño sale airoso de una trama mucho más compleja), sino que a la historia le venía grande el director. En esta historia no hay nada-de-nada. Hay elementos supuestamente misteriosos, pero que se resuelven de la manera más tonta y apresurada posible. Un ejemplo con spoiler: en la escena del crimen inicial, aparece la víctima jugando al Scrabble. Sólo decir que a nadie se le ocurre mirar qué palabras hay en el tablero hasta el final de la trama, cuando a mi sería lo único que se me ocurriría hacer (Fin spoiler). Quiero decir con esto que por debajo de toda la palabrería matemática, hay una historia que avanza a trompicones y que se resuelve de una manera totalmente previsible.

Tampoco ayuda el hecho de que los actores (error mío: vi la película doblada) no lleguen a encontrar el punto correcto en ningún momento. La historia les lleva por falsos sospechosos, personajes que no aportan nada y situaciones resueltas de una manera chabacana (la escena del concierto me recordó a cualquier escena de REX). Leonor Watling no sabe muy bien qué hacer con ese (brevísimo) personaje que la desnuda cada dos por tres y que se ve obligada a soltar frases que causan vergüenza ajena (por no hablar de lo poco que el fotógrafo ha sabido favorecerla con la luz). Elijah se pada toda la película con cara de asombro, incapaz de darle al personaje más registros que ese. Sólo John Hurt entiende los recovecos del personaje y logra hacer algo medianamente decente con su papel.

Y lo peor de todo es que aquí no hay nada de lo que pretendas encontrarte en una película de Álex de la Iglesia: no hay humor negro, no hay mala leche y no está representado eso que tan bien hace que es la mala baba española (y que hasta ahora había colocado en casi todas sus películas). Esto es una película pequeñita y mala que podría haber sido realizada en cualquier parte del mundo por cualquier director sin personalidad alguna, con una fotografía plana y nada beneficiosa para sus personajes (y no vale decir que eso era precisamente lo que se buscaba, porque hay escenas televisivas por un tubo) y unos diálogos y trama que no hacen más que poner en evidencia a los autores. No todo es malo, y hay tres cosas por las que no salí del todo cabreado: un falso plano secuencia, bastante tramposo pero muy muy bonito, la música de Roque Baños, con reminiscencias a Hermann y por último los créditos finales.

Hace poco se hablaba del descenso de espectadores del cine español, cada día más acusado. Para mi, aparte de lo evidente (el 90% de las películas que se hacen en este pais interesan solo a los autores y a sus familias), se trata de una cuestión de confianza: yo confiaba en Álex de la Iglesia, y ahora me va a costar volver a confiar en él. Supongo que al resto de la gente le pasará lo mismo. Son tantos palos ya que uno acaba por generalizar y catalogar al cine de un país como si fuera un género propio. Después, añadirle el predicado "es una mierda" no cuesta nada y con decepciones como esta menos aún.

08 enero 2008

Siete novias para siete hermanos


Si algo he hecho en estas fiestas inmundas ha sido ver cine. Como un poseso. Bueno, cine y Alias, que me tiene en un vilo a punto de terminar la primera temporada. Solo de pensar que me quedan cuatro siento vértigo y emoción por todo lo que aún me queda por ver.

Entre las cosas que he vuelto a recuperar se encuentra Siete novias para siete hermanos, musical que me fascinaba de pequeño y que hace poco alguien tuvo a bien regalarme. Decir que la revisión ha sido decepcionante es decir, sin duda, mucho. De veras, no recordaba algo tan cursi desde... vamos, que no lo recuerdo (bueno, Brigadoon está ahí ahí). Ver a 7 gañanes comportarse como garrulos y de repente ponerse a montar coreografías mientras talan árboles o cómo abren sus bocas y de ellas no sale una voz normal, sino una voz de tenor hace que se te caiga todo por los suelos, y da la razón a todos los que denostan los musicales precisamente por eso.

Además la copia en DVD es bastante mala, no ya por la falta de extras (trailer y making of en el que el único interés es ver los caretos de los/las protagonistas años y kilos de Botox después) sino porque el master del que ha sido extraída está en condiciones deplorables. Lo mejor de un musical clásico que es el colorido de la imagen aquí no se aprecia en absoluto, ya que los colores están apagadísimos y la imagen pasa por plana casi todo el tiempo (que aprendan de la edición de Rebelión a bordo, un ejemplo a seguir). Si el aspecto visual fuera como debiera, podríamos perdonar que los protagonistas carezcan de carisma, que la historia sea inverosímil (vale, se basa en la leyenda Romana de El rapto de las sabinas), que los decorados canten más que en Obsesión o que la historia se resuelva en 30 segundos (verídico).

Como curiosidad, decir que la película fue el sleeper de la temporada, recaudando mucho más que su hermana mayor (y a la que favorecieron recortando el presupuesto de Siete novias...) Brigadoon, y que se rodaron dos versiones a la vez, una no-Cinemascope y otra en Cinemascope ya que no todos los cines estaban preparados para emitir en este formato. Ni que decir tiene que la primera versión nunca se emitió.

De todo, destacar la escena del granero, por lo complicado que tuvo que ser rodarla y porque realmente queda espectacular en pantalla. El resto, vistas tantas cosas, es bastante mediocre y sólo apto para bocas ávidas de almíbar. Si quieren ver al verdadero Donen dirigir un musical ESPECTACULAR y a Gene Kelly protagonizarlo, pasen de este y refugiense en otro que de verdad es todo lo que promete.