Uno se enfrenta a una nueva película de Almodóvar con miedo e ilusión a partes iguales; unas veces responde a las expectativas y otras mas o menos. Esta vez tengo que decir que es una de las que mas o menos. Si me pongo a pensar, la última vez que me llevé una grata sorpresa fue con Todo sobre mi madre. Y, aunque esta vez la decepción no ha sido por la película en su conjunto, es verdad que hay algunas cosas que chirrían bastante, y que me hacen pensar que quizás nunca vuelva a emocionarme de la misma manera con ninguna de sus películas. Atención señores: a continuación, una buena cantidad de spoilers...
LA HISTORIA
Uno intenta aislarse todo lo posible días, semanas antes del estreno, para asistir a él lo mas virgen posible. Como siempre, eso es imposible, y entre que Pedro tiene la lengua muy larga y que las televisiones no tienen el mas mínimo respeto en destriparte argumentos, cameos y detalles de los personajes, parece que sabes en todo momento qué es lo que va a pasar.
Uno se queda un poco expectante hasta que la premisa aparece en pantalla. La idea de que la película no va sobre nada (y que iba a ser un muestrario de formas de comportamiento y actitudes de la gente del pueblo) se desvanece en ese momento, y es cuando empieza uno de esos tour de force que últimamente tanto le gustan a Almodóvar: unos personajes que, sin que aparentemente se den cuenta, están relacionados a través de la sangre. Es un recurso que utiliza en Todo sobre mi madre, La mala educación o Volver, y que, por lo menos a mi, me huele a visto.
Y aunque la historia es perfectamente creíble y funciona como un reloj, no hay aquí ese guión-rompecabezas que vimos en La mala educación y que tanto me gustó. Volver es mucho mas lineal y convencional: si en La mala... se viajaba del pasado al presente y del ficción a la realidad para definir a los personajes, aquí conocemos pinceladas de la vida de cada uno a través de lo que dicen, y en algunos casos resulta insuficiente (el personaje de Chus Lampreave o el de Lola Dueñas).
LOS PERSONAJES
El hecho de que te preguntes si los actores elegidos para algunos de los papeles son los adecuados, supongo que demuestra que algo no encaja del todo bien. No es una cuestión de imaginarte a Penélope y a Lola Dueñas como pueblerinas; es una cuestión de si ellas tienen la comicidad suficiente para decir lo que dicen y provocar el efecto deseado. En el caso de Lola Dueñas, estoy absolutamente convencido de que debe haber estado muy incómoda con su personaje durante todo el rodaje, y eso ha traspasado la pantalla: su interpretación es fria, distante y artificial, carente de la comicidad necesaria. No dejo de imaginar lo que hubiera hecho, por ejemplo, Carmen Machi con este personaje (la cual, por cierto, ha desaparecido de la película por arte de magia: al parecer, y debido al retraso del rodaje y su incompatibilidad con el rodaje de Aída hizo que su personaje pasara a un plano secundario y que sus frases las dijera otro que se inventaron sobre la marcha: la presentadora de televisión interpretada por Yolanda Ramos).
Lo mismo ocurre con Penélope: durante toda la película te preguntas cuando va a terminar de arrancar. Es un continuo si pero no que hace que no me la crea mucho como maruja. Bien es cierto que su interpretación mejora a medida que avanza la película, como si hubiera sido rodada en orden cronológico. Desde la escena inicial, donde todos los actores están de pena (en parte gracias al doblaje: alguien debería decirle a Almodóvar que es posible rodar en directo con viento, y que no es necesario doblar a los personajes y meter ese viento artificial tipo Garci).
El resto del reparto está perfecto, destacando por encima de todos a Blanca Portillo (a la que la caracterización le ayuda una barbaridad), capaz de mostrar con una mirada todo lo que lleva dentro.
LA DIRECCIÓN ARTÍSTICA
Mas pobre que en otras ocasiones. Los decorados no están tan cuidados ni pensados. Pienso que las escenas del pueblo lo requerían, pero la parte que transcurre en Madrid podía haber estado un poco mas currada. Y aquí hablo tanto de decorados como de planificación: no es una película visualmente rica, ni hay planos realmente currados, a excepción del momento en que Penélope limpia los restos de sangre y los planos del aeropuerto. El otro día comentaba con un amigo que Almodóvar no repite con el director artístico en ninguna de sus películas, y a pesar de todo, siempre consigue el "efecto Almodóvar" en todas y cada una de ellas. En este caso también, pero menos...
LA MÚSICA
Alberto Iglesias nunca me decepciona, aunque si que es verdad que no supera lo que hizo en La mala educación; aquí repite alguno de los recursos utilizados en Todo sobre mi madre, (sobre todo recurre a los mismos instrumentos), pero funciona a la perfección. Como siempre, el tema principal de la película, perfectamente elegido y acorde con la historia que se cuenta.
LO MEJOR
- Algunos momentos de Penélope, todos los de Carmen Maura, Antonio de la Torre, Blanca Portillo y todos los secundarios
- Frases para la posteridad (¡Qué mal estoy de los remos!)
- Nunca Penélope había estado tan guapa en la pantalla. Sin duda, su caracterización como uno de esas donnas del cine italiano, con grandes pechos y caderas anchas, funciona a la perfección
- La segunda mitad de la película, que crece una barbaridad con respecto a la primera;
- La escena en la que Lola Dueñas llega al velatorio de su tía, con todas las vecinas matándola a besos)
- Los títulos de crédito finales, muy cuidados y a la altura de lo que esperaba (una pena que no fueran al principio)
- La música, siempre efectiva y en el momento justo
LO QUE SOBRA- Dos escenas: la inicial en el cementerio no está bien rodada (el sonido no es directo, y se nota; además, los créditos son muy pobres, y las actuaciones muy forzadas) , y el playback de Penélope es innecesario, y nos deja para el recuerdo otro plano ridículo de ella para la historia: un quejío flamenco que bien podrían realizar las marionetas de la serie Thunderbird (y que se une a su escena-vergüenza ajena de Todo sobre mi madre en la que dice... "pollón!!"). Además, hace que estés pendiente de que la voz encaje con las muecas, lo que te saca inmediatamente de la historia
- El personaje de Yohanna Cobo no cae demasiado bien, y esta chica tiene una cara de borde que no puede con ella
- El papel de Chus Lampreave: me esperaba algo mas extenso
- La crítica a la televisión no viene a cuento, y Yolanda Ramos no creo que sea una buena sustituta para Carmen Machi
Aunque pueda parecer lo contrario, me ha gustado. Lo único es que a
Almodóvar yo le exijo muchísimo mas que al resto, y eso hace que cada película suya suponga una lucha entre lo que quiero que me guste y lo que realmente me gusta. Pero no es, ni de lejos, su mejor película, ni la obra maestra que nos quieren vender....