10 noviembre 2008

Las ediciones especiales contra mi

En mi afán completista, esta semana he tirado de tarjeta y de rebusco en internet para hacerme con cosas que me faltaban de Goldfrapp. Soy un maldito perfeccionista para estas cosas y de dos o tres grupos tengo que tenerlo TODO (Fangoria, La Casa azul y estos pavos). Incluso sabiendo que muchas veces estoy pagando por algo que ya tengo (malditas reediciones) o por algo que no merece la pena. El caso es que esta semana me he hecho con un concierto en directo estupendísimo (Morning becomes eclectic), la sesión que el grupo grabó para iTunes y la edición especial de Seventh Tree.

El primero son 9 archivos que todos vosotros deberíais bajaros. Es un concierto breve pero precioso, a pesar de que Alison tenga un "resfriado de mierda", como ella dice. Incluso así son 7 canciones en directo y algún que otro divertido interludio. Y la calidad de audio es muy buena (no como ese .rar que circula por ahí con las versiones instrumentales de Seventh tree, al que algún listo le ha aplicado el filtro ese que elimina la voz para dejar sólo la música: sólo decir que no es una técnica que parezca estar muy avanzada, porque los resultados son nefastos). Una buena forma de empezar a conocerles.

Del itunes Sessions, poco que decir. No entiendo muy bien este concepto, ya que son 11 canciones con otras 13 que no son más que conversaciones y explicaciones sobre los diferentes temas que van intercalando Alison y Will. Hasta ahí bien, es un producto sólo para fans y se entiende que vamos a apreciar las parrafadas. Pero entre la voz susurrante de Alison y lo largos que son estos interludios, la cosa se hace eterna. Vale, con saltárselas o directamente borrarlas no hay problema. Pero el caso es que algunas interpretaciones son bastante sospechosas y otras son directamente remixes. O será que yo no entiendo el concepto itunes Session. O mejor: que no hay nada que entender y es una especie de recopilación comentada y elegida por el grupo. No pasen por caja como hice yo.

Y ya por último la edición especial, que es a la que más ganas le tenía. La caja de cristal viene con una funda y una nueva foto. Y el libreto también incluye otra (de tamaño 3x2 páginas de libreto), además de una nueva foto promocional. Nada más abrir el paquete, empezamos mal. El típico cartelito de "este disco es la rehostia y te lo digo yo que se de lo que hablo" está pegado sobre la caja de cartón que envuelve al cd. Ni plástico ni nada. Además, intentas quitarla y se viene el fondo. Así q e tengo que dejarla ahí para toda la vida. Otra cosa: el precio está regularmente elegido. 16 euros por un disco que ya tengo más un DVD (si, lo se). El disco de audio es exactamente igual (ni rastro de la ESTUPENDA versión coral de Hapinness ni de la versión de Not over yet de los Klaxons). Así que deposito todas mis esperanzas en el DVD. Y el caso es que, una vez visto, la cosa tampoco es para tanto.

El DVD abre con un concierto celebrado el 21 de junio (solsticio de verano: muy de Goldfrapp) de 5 canciones (Hapiness, You never know, Caravan girl, Monster Love y Little Bird, además de una versión instrumental de Clowns con escenas de los camerinos), 2 actuaciones de televisión bastante curradas y bonitas y los tres videos de los singles (A&E -que aún no entiendo pero que me parece bonito-, Caravan Girl -bastante simple- y Hapiness -muy muy muy bueno-). El problema está en que el concierto (lo que más me interesaba) es bastante normalito, con una estética bastante fea (intencionadamente fea), con cámaras de mano, saturación de colores, brillo exagerado que hace que lo que vemos en el escenario pueda ser o Alison Goldfrapp o un saco de harina y una selección de temas bastante regulera. Eso sí, es la misma actuación que pudimos ver en el Ola! Festival y me recuerda cosas muy bonitas.

Está claro que quejarse a estas alturas de que una edición especial es menos de lo que esperas es un poco de pardillos. Hace tiempo que todo el mundo debería de haber dejado de confiar en las discográficas y en las decisiones que estas toman, más movidas por relanzar las ventas de un determinado disco (que esperaban hubieran ido mucho mejor) que por aportar algo artísticamente que merezca la pena o que complemente/complete lo que ya había sido publicado. Pero sinceramente de ellos, esperaba mucho más.