27 febrero 2007

Pe & Ma


Ma:
Prueba esto y emborrachate de una vez, manchega perdida!!! Y echate un cantecito!
Pe: Ay no se, Ma, seguro que no lleva alcohol???
Ma: Que no, ya verás. Que parece que no me conoces...
Pe: ¿Tu porque crees que no me han dado el Oscar?
Ma: Ay no se chica. Yo llevo años esperando y tampoco. Pero piensa que desde hoy en todos los carteles aparecerá tu nombre junto al "Oscar Academy Nominee". Pero si quieres un premio, vente conmigo a los razzies que allí seguro que te lo dan. Te lo digo yo.

26 febrero 2007

Tierra de Gigantes

Este fin de semana he estado de visita por la Mancha y he vuelto Manchego perdido. Tanto Maestre, tanto corral de comedias, tanto gigante han hecho que me sienta muy atraído por estas tierras, a las que yo englobaba dentro de la deep spain pero por la que me siento más interesado que nunca.
Por ello, voy a hacer mi top manchego particular. Espero no dejarme nada.

10) Los nombres de los platos: llamar a un plato "Duelos y quebrantos" hace que te apetezca comértelo, independientemente de que después no lo haga al darme cuenta que había sesos pululando por el plato...
9) Las referencias literarias: Cervantes y todos los personajes de El Quijote, Quevedo, Lope de Vega, el siglo de Oro... forman un parque temático de las letras cuanto menos curioso. Inteligente manera de levantar una comunidad que no sé que estaría vendiendo si Cervantes no hubiera empezado su libro tal y como la empezó...
8) El Pisto Manchego. Inconmensurable, grandioso y uno de los placeres mas terrenales que existen.
7) El corral de comedias de Almagro. Realmente increíble el conocer in situ el divertimento de los habitantes de la época, las normas que se aplicaban en las representaciones y los entresijos entre autores, editores, actores y público. De visita obligada, junto con la Plaza Mayor.
6) La explicación del proceso de escritura del Quijote y de sus ediciones, por parte de P. Podía haber ocurrido en cualquier otro lugar, pero ha dado la casualidad que ha sido allí donde he re-aprendido un trozo de historia que había olvidado, y que no entiendo como nadie ha intentado llevar al cine.
5) Las fotos en las puertas de las casas de la Raimunda y la Agustina. Soy un mitómano un poco cutre, lo se.
4) El castillo de Belmonte, totalmente apuntalado y fantasmal. No todos los días uno tiene la ocasión de visitar un castillo totalmente vacío, sin turistas, y sabiendo que se está jugando la vida en cada una de sus habitaciones.
4) Los molinos de Campo de Criptana, y concretamente dos: el que conserva la maquinaria original y el que contiene el número 1 de esta lista.
3) El museo del alambre de Campo de Criptana. Absolutamente peculiar y kitsch. Un tipo que desde hace 20 años se dedica a hacer catedrales, estadios de fútbol, animales, herramientas y personajes con alambre y un alicate. Una demostración de que lo que vende es aquello que es único.
2) El museo del Teatro de Almagro o como adecuar el contenido al continente, demostrando que con imaginación se puede trasladar la idea que se tiene en la cabeza de una forma amena y original: representaciones en miniatura, proyecciones y artilugios interactivos hicieron que me lo pasara en grande.
1) El museo de Sara Montiel en Campo de Criptana. ¡¡¡Sí señor!!! La tierra natal de Saritísima le dedica un molino y en sus dos plantas se monta un museo con hilo musical en riguroso Hi-Fi que contiene carteles, discos, vestidos, cartas y el piano de El Último Cuplé como elemento estrella. Todo ello amenizado por una guía muy especial que nos contó anécdotas de su vida, su infancia y su forma de ser. No es que yo sea muy fan de esta señora, pero tengo que reconocer que el punto trash-macarra venida a menos que tiene en los últimos años me encanta. Y ver todo eso en un museo pues tiene su punto.

22 febrero 2007

Sábado por la tarde

Si hay algo de lo que he sido consciente al volver a retomar el vinilo es de lo feliz que yo era cuando era pequeño. No quiero decir que ahora no lo sea, sólo que nunca me paro a pensar en épocas pasadas y en analizar si fueron buenas o malas, mi memoria sólo abarca a recordar periodos muy cercanos. Pero ahora, seleccionando en casa de mis padres los vinilos que tenía, he sido consciente de la suerte que he tenido.

No todo el mundo (y lo he confirmado hablando con mis amigos) puede decir que en su casa se organizaran verdaderos festivales musicales en riguroso playback donde se interpretaban éxitos de la talla de Fotonovela (Iván), Él (Lucía), Ay Ay Ay (Bibi Andersen), el Noa Noa (Massiel), la discografía de Yuri o los temas de Ángela Carrasco. Todo el mundo habla de la música que escuchó durante su infancia y hace referencia a los Beatles, a los Rolling, Led Zeppelin... Yo no puedo tirarme el moco de esa manera: la herencia más importante de mi abuelo (locutor de la SER) es una impresionante colección de vinilos (LP y singles) de música popular. Algún que otro single aparente (The Doors, Rolling Stones o ABBA) pero la mayoría canciones de artistas que las discográficas lanzaban casi a diario, desapareciendo del mapa tras ese primer lanzamiento.

Disfrutaba tremendamente con mi hermana cantando, algo que no he vuelto a hacer hasta hace muy poco tiempo (el Singstar es lo que tiene). Utilizábamos un trozo de madera proveniente de la silla de la cocina (la típica con la que hay que tener cuidado cuando te sientas porque le falta un palo: el palo-micro) y un tocadiscos que nos había traído mi abuelo de Melilla. El tocadiscos daba unos calambrazos tremendos, sobre todo porque lo encendíamos y apagábamos descalzos y mojados. Pero daba igual, era parte del juego.

Al igual que el tocadiscos, fuimos afortunados también al tener un proyector con sonido, el cual mi madre nos dosificaba para que cualquier proyección supusiera todo un acontecimiento. Recuerdo los sábados y domingos de lluvia como nos reuníamos para organizarlo todo: bajar el proyector del armario, montar la pantalla, sacar las películas, elegir la que íbamos a ver (las posibilidades eran El Hombre y la Tierra, La Guerra de las Galaxias, dibujos de la Warner, Mortadelo y Filemón, dos películas de El Gordo y el Flaco que eran mis preferidas y una película de un fakir clavándose una espada), colocar la película en el proyector, apagar las luces y empezar a verla mientras ese olorcillo a quemado que produce la lámpara del proyector al entrar en contacto con la película nos invadía.

Todo esto viene a cuento porque creo que nunca estaré lo suficientemente agradecido a mi familia por todo esto; sin darme cuenta, estaba asistiendo a la configuración de mi personalidad, mis gustos y mis aficiones de una manera increíble. Crear interés sin que parezca aburrido es algo que yo nunca he sabido hacer, y que si alguna vez tengo hijos pienso aplicar desde el principio. No se si sólo se limitaron a despertar en mi algo que ya existía o si realmente moldearon mi personalidad, pero en cualquier caso, benditos sean.

13 febrero 2007

Un día de furia

Ayer viví uno de esos momentos en los que te planteas si vivir en una ciudad es un privilegio o una desgracia. Se me ocurrió coger el coche para hacer algunos recados, para lo que me pedí el día de asuntos propios en el trabajo. La mañana incluía cuatro paradas, tres de ellas con problemas previstos de aparcamiento. Sin problemas en las dos primeras (no más que los normales a la hora de aparcar cerca de miles de edificios habitados por funcionarios), pero al llegar a la tercera, todo se desmadró. Una hora de reloj en encontrar un aparcamiento que al final estaba lejísimos del sitio al que tenía que ir. Ni que decir tiene lo cabreado que salí, las ganas de pegarle a alguien que tenía y lo urgente que es para mí deshacerme del coche. Un día de furia en mis propias carnes.

Me he dado cuenta que, más allá del no poder mantener un coche que se estropea cada dos por tres y que no uso, mi problema es más grave: me pongo nerviosísimo cuando conduzco, me produce ansiedad el no saber dónde puedo aparcar o qué camino tengo que seguir para llegar a algún sitio y todo esto provoca que vaya por la carretera ido sin saber muy bien qué hacer. Vamos, un peligro. sé que tengo un problema y sé también cual es la solución: deshacerme de él.

Y a todo esto que en Sevilla hay un terremoto y a mí me pilla conduciendo y me lo pierdo. Para algo emocionante que pasa... Perpelejo me quedo después cuando veo las noticias y veo imágenes de gente fuera de sus edificios por el "peligro" que esto supone. Casualmente, todos funcionarios. ¡Vivan los tópicos pero que razón tienen a veces!

04 febrero 2007

Lo peor del día

Si hay algo que me molesta del día a día de este país es tener que presenciar esos absurdos programas casi obligatorios para cualquier cadena que son los Telediarios. Un Telediario debería ser un espacio donde el espectador pudiera obtener una visión objetiva y amplia de lo que ha ocurrido en el día, algo que le diera pie a crearse una opinión propia a partir de esa información. En vez de eso tenemos magazines que lo único que pretenden es captar la atención con el más difícil/escabroso todavía. Existen una serie de elementos que de un tiempo a esta parte se han hecho comunes para todos en todas las cadenas:

  • Abrir con una noticia de impacto: un asesinato, un atropello, el asesinato de una mujer, una matanza en alguna guerra… Todo ello por supuesto mostrado con todo lujo de detalles. En este campo Tele 5 es la gran maestra: la llegada de Pedro Piqueras ha hecho que no haya mucha diferencia entre El Buscador (el programa más sensacionalista y amarillista de la misma cadena) y el informativo.
  • Temas “de interés para todo los españoles”: terrorismo, nacionalismo vasco, catalán o andaluz, crispación política… Nada de esos temas que no interesan, como discutir alguna solución al problema de la vivienda, la precariedad y temporalidad laboral o el nivel de asfixia económica al que someten los gobiernos a las nuevas y pequeñas empresas…
  • Publireportajes que no son más que publicidad encubierta pagada por alguna marca, que convierte el lanzamiento de su nuevo producto en noticia de alcance que recoge el telediario de turno. En esto Antena 3 es la gran maestra.
  • Estrenos de películas/obras de teatro/lanzamiento de disco al mercado que, lejos de servir para cubrir el cupo de noticias culturales, sólo promocionan la inversión que la cadena ha realizado en dicho producto, en un claro ejercicio (de nuevo) de promoción.
  • Autobombo: estrenos de la cadena y audiencias de programas de la noche anterior que no hacen sino subrayar aspectos que en otros tiempos hubiera sido impensable ver en estos espacios.
  • Los pases de modelo: de un tiempo a esta parte se imponen los desfiles de moda en los informativos, como si necesitáramos saber cuáles son las tendencias de la próxima temporada un martes a las tres de la tarde.
  • Y por último, el estrés: todos los informativos buscan el impacto, el sobrecoger al espectador para que no cambie de canal. Y todo ello a través de la velocidad, que provoca en el espectador una sensación de ansiedad impropia de esas horas del día. En este punto enmarcamos las fanfarrias que acompañan a los sumarios (de una intensidad cabreante) o las cabeceras creadas para ciertas ocasiones, como cuando Antena 3 acompañaba las noticias de la guerra de Irak con un montaje musical y de imágenes que hacía que a ti, en el sofá de tu casa, te entraran ganas de invadir Polonia.
Estas son sólo unas breves pinceladas de algunos lugares comunes de los estandartes de cada cadena. Dejando a un lado a las dos recién incorporadas (que por ahora no se han subido al carro), está claro que la batalla por ser el informativo más visto hace años que empezó y dista mucho de estar ganada. Aún quedan límites que rebasar: peleas de entrevistados en directo, presentadores que dan el tiempo desnudos, reportajes de investigación sobre exorcismos, peleas de gallos/perros o sufrimiento en directo son límites que parecen no estar muy lejos de alcanzar, visto el panorama actual. Yo cada vez que pienso en el informativo del futuro pienso en Andrea Caracortada y su espacio “Lo peor del día”, anticipo bastante acertado que retrató Almodóvar en su película Kika y que por el camino que vamos alcanzaremos dentro de muy poco.

Publicado en Puntocultural.com