26 abril 2008

Teen cinema


Hace unos meses, yo era uno de esos espectadores que se aterrorizaban ante la visión del cartel de cualquiera de estas tres películas: Virgen a los 40, Supersalidos y Lío Embarazoso. Normal: los títulos, los actores pseudo-desconocidos, los carteles promocionales (bastante deleznables), los personajes arquetípicos... No había nada que me hiciera mover un dedo y dedicarle un minuto a alguna de estas películas. Todo cambió cuando un compañero, al que respeto y no entiendo a partes iguales, me las recomendó. Bueno, también ayudó que me hablara de las críticas que habían recibido en la edición española de Cahiers du cinema.

Así que me senté a ver la primera (Supersalidos) con una mezcla de escepticismo e incredulidad, a sabiendas que serían los típicos productos al que el crítico pedante y aleccionador de turno le coge el gusto y coloca en su estantería de películas favoritas sólo para poder defenderse de las acusaciones de "espectador de películas de arte ensayo": Oye, no, que entre mis favoritas están Supersalidos y Aterriza como puedas, que yo no soy así. Un trofeo más que añadir a su lista de películas para sacarle de un apuro.

Pero hete aquí (sí, le he robado la expresión a Cuca García de Vinuesa) que no. Que lo que me encontré me gustó mucho. Judd Apatow y Seth Rogen (productores de los tres títulos, director -el primero- de Virgen a los 40 y Lío embarazoso y actor en los tres filmes -el segundo-) forman una pareja que han creado tres títulos de imprescindible visión para aquellos que adoran a John Hughes; especialmente el Hughes de El Club de los cinco o de producciones suyas como Todo en un día o La chica de rosa. Tienen Apatow&Rogen en común con Hughes el cariño por sus personajes, el que sean personas normales, con sus defectos y virtudes, solo que estas últimas sólo salen a relucir al rodearlos de otros personajes que los hacen tienen aun más defectos que los primeros. Eso y una especie de cruzada por reivindicar un tipo de cine que ya no se hace: el de la comedia de adolescentes hecha con cerebro. Porque aquí no hay American Pies (que no digo yo que no deban existir, ojo) ni Scary movies. Aquí lo que hay son pequeñas historias y situaciones muy reconocibles para el espectador; historias que se ven con una sonrisa en la boca durante todo el metraje; personajes que de patéticos que son consiguen que simpaticemos con ellos (todos hemos conocido y conocemos a cientos de McLovin'); y sobre todo un intento de hacer cine desde la industria pero con sus propias reglas: una forma de acercamiento al género de comedia adolescente, solo que la diferencia está en que ahora dirige una persona con cerebro y espera que sus espectadores también lo tengan.

Y, desde ya, soy fan de esta pareja: por todo lo que he dicho y por meter en sus películas a Catherine Keener, Steve Carrell y sobre todo, a Paul Rudd. Lo siguiente está siendo verme la primera y única temporada de Freaks and geeks, la serie que hicieron en 1999 en la que apuntaban maneras y temas de sus filmes posteriores, y que me está dejando muy buen sabor de boca. Y si, está claro que esta gente no lo debieron de pasar muy bien en sus años de instituto....

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