Informático vs. fotógrafo

Parece que tras la tempestad llega la calma, y tras dos dias leyendo y escribiendo comentarios (que han hecho que este blog, por primera vez, tenga algo de feedback), hay que volver al post diario.

Ayer por la tarde me hice cargo de lo que va a ser mi segundo trabajo remunerado dentro del mundo de la fotografía. El primero, del que guardo sensaciones agrias y muy dulces, se trató de cubrir un festival de Hip Hop, con las estrellas mas importantes de este mundillo. Yo, que soy totalmente neófito en este género musical, me encontré tremendamente perdido a la hora de decidir quien o quienes eran los mas importantes musicalmente hablando, y a quién debía fotografiar con mas "insistencia". Lo mejor: verme en el escenario, entre los cantantes o haciendo fotos entre bambalinas, ante la mirada de los espectadores que hubieran pagado por estar donde yo estaba. Una pena que los grupos me importaran mas bien poco, porque si me llegan a pillar ahi arriba con alguien que me gusta no se que hubiera pasado. Lo peor: la revista, de tirada nacional, eligió creo que la peor foto de las que le eetregué para ilustrar el reportaje.

Pues como iba diciendo, el segundo trabajo consiste en fotografiar una serie de posters (carteles de cine, fotos de actores, mapas mundi...) para la web PosterPoint, por supuesto remunerado. Debido a la falta de experiencia que tengo, al final, cuando me preguntaron que cuanto cobraba, me quedé en blanco; y lo peor es que creo que mi respuesta no fue nada adecuada. En vez de decir que cobraba por sesión, dije que cobraba por foto: 1,80€ la foto. Pensándolo después, me he dado cuenta que he pedido demasiado poco, pues en total no van a ser mas de 70 euros por 35 fotos que después tengo que retocar.

Pero bueno, de todo se aprende. Asi que trabajos esporádicos como este son bienvenidos para alguien como yo que aun intenta decidirse entre dos profesiones, la de miembro del equipo de fotografia (en la que se que no cobrare un duro hasta que pase muuucho tiempo) y la de informático (en la que la gente te pide ayuda y después se olvida de agradecertelo económicamente)