Vuelta al redil

Después de mucho pensar y poner en una balanza lo positivo y lo negativo de cada cosa, he tomado la decisión de abandonar la escuela. Es una decisión definitiva que ya he llevado a cabo, con la salvedad que no es un abandono, sino un aplazamiento. Mi vida laboral como informático me ocupa ahora la mayor parte de mi tiempo, y no es de recibo que mi horario "laboral", osea, el tiempo que paso fuera de casa sea de 7.30 de la mañana a 22.15 de la noche. Llevo así un mes y no lo soporto mas. Sobre todo ahora, que la escuela me exige un trabajo extra-oficial, fuera de las clases, que no puedo realizar.

Lo mejor es que no estoy triste ni decepcionado. Creo que he tomado la decisión correcta, aunque de vez en cuando me vienen a la cabeza sentimientos de decepción y tristeza por lo que pudo ser y no fue. Pero es algo que debía hacer: estar en varias cosas hace que no te centres en nada (todo en la vida viene de golpe, ya sea para bien o para mal), y al final me ha podido el hecho de tener que comer diariamente.

De todas maneras espero no desvincularme del todo de la escuela, en el sentido que acudiré a los rodajes de mis compañeros para echar una mano en lo que pueda, aunque después tenga que aparecer con seudónimo en los títulos de crédito, o directamente no aparecer. Y daré publicidad a mi corto en cuanto tenga en mis manos el máster definitivo, para que podáis hablar y despotricar de él (siempre de forma constructiva, ojo).

Es ahora cuando me planteo otros proyectos vitales para estos dos años que tengo por delante. Tengo muchas oportunidades delante de mi y no me gustaría decantarme por ninguna aún. La creación de mi propia empresa o el estudio de unas oposiciones (quien me lo iba a decir hace no ya unos años, sino hace unos meses...) están entre mis proyectos inmediatos.

Parece que, como dice la canción, la informática mató a la estrella de la imagen....