03 enero 2007

Vital Dent

Tras unos días para olvidar, me reincorporo a la escritura de este nuestro blog con el propósito de escribir un poquito menos espaciado que en el año anterior, donde había veces que entre un post y otro terciaban mas de 30 días.

Como algunos ya sabrán por el post anterior, he sufrido uno de los peores dolores existentes (a nivel de calle, tampoco vamos a exagerar) junto con el de oído: dolor de encías/muelas/boca en general. Mi inoperancia a la hora de echarme algo al buche (no podia beber más que líquido) me llevó a Vital Dent, grupo de clínicas internacional bla bla bla... A veces la publicidad más efectiva es tan sencilla como barata: está al lado de casa y todos los días paso por delante, así que no se me ocurrió mejor sitio al que ir.

El caso es que yo tengo PAVOR a los dentistas. Pero más que al dolor que me puedan provocar, siento verdadera repulsión por el sonido que hacen todos sus aparatos en mi boca. El taladro, el aspirador de aire, el chorrito del vasito de agua, el gancho metálico... No se me ocurre nada más desagradable que eso. El caso es que al llegar, una persona (a la que yo confundí con un dentista pero no, se trataba del comercial de la clínica) te solicita unos datos personales (excesivos diría yo) para hacerte la ficha clínica. Tras enterarme que eso de las encías sensibles es una trola ideada por los publicistas, me hace una radiografía para saber si tengo cosas dentro de la encía (supongo).

Después pasas a la silla típica que todos tememos y es entonces cuando aparece en escena la dentista. Si señores, a pesar de que yo me esperaba a la típica hijaputa que te hace la limpieza dental mientras habla de su marido con la enfermera (¡mira enfermera, sin mirar!), resulta que no, me encuentro con una recién licenciada limpia, con sus guantes, su mascarilla (tuve un dentista que mascaba chicle mientras me sacaba una muela) y una sonrisa perfecta que comprende mi miedo, lo respeta y encime me da conversación más allá del cuántos años tienes.
Tras un vistazo inicial determina que necesito una cosa llamada "curetaje" (limpieza dental profunda, entre los dientes) y tres empastes. Total, 340 euros del ala a pagar en cómodos plazos. Y no te hacen nada si no aceptas TODO el tratamiento.

Y ahí estas, con tu dolor de boca y un papel con una cifra que ni de coña pensabas gastarte. Y claro, vas y firmas. Y claro, vas y lo pagas a tocateja. Todo sea por que me quiten el dolor.
Pues bien, tras tres semanas de actuaciones dentales, puedo decir que he perdido el miedo al dentista, que me han curado las encías, me han puesto los empastes, me han informado sobre las muelas de juicio que tengo fuera y me han dado sabios consejos que intentaré mantener por mucho tiempo.

Tras esto he oído que Vital Dent tiene bastantes demandas de clientes insatisfechos. Mi experiencia ha sido inmejorable: si para eso hay que pagar 340 euros, yo los pago. De esto a comprar el pan en El Corte Inglés sólo hay un paso....

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Di la verdad: te dijeron o pagas 340 leurios o nos haces publicidad en tu bloh.
Y te has vendido como una mujer que fuma y dice palabrotas...

joseSTEREO dijo...

qué caro, no?

lo de las comparaciones entre dolores no es una secuencia de ATAME?

Mambotaxi dijo...

Mog, ojalá me hubieran dado la posibilidad de venderme no ya por hacer publicidad; me hubiera vendido por cualquier otra cosa...
Y joseEstereo, de ahí me fuí a casa antes de decidirme, y empecé a llamar a todos los dentistas que me empezaron a recomendar: todos cobraban más que estos por el curetaje ese, que por lo visto es algo que está muy a la alza.

Jacobo dijo...

Bueno, tras mis amplias experiencias con los seres de bata blanca desde los 14 años no lo veo excesivo, creo que es un precio aceptable y si, encima como cuentas te han tratado de esa manera pues mejor que mejor.

Un tema: Un dia me fui con una muela taladrada antes que me la empastara porque me percaté que el dentista estaba a 2 bandas; decia que iva a llamar por teléfono y se iva a la sala adjunta a hacer otras labores con otro paciente. No quiero imaginar que no se cambiara de guantes... desde entonces y tras previa reclamación no he vuelto a ir.