26 octubre 2006

Concierto LOVG

Es verdad que uno, cuando va a un concierto de un grupo español, no puede mas que estar a la espectativa de ver si esta vez, harán algo diferente. Pero al final, los peores temores se confirman y sales del mismo pensando que sí, que ha estado bien, pero que lo olvidarás al levantarte al día siguiente. Me ha pasado en todos a los que he asistido en mi vida (¿puede ser que los únicos que se curraban un concierto fueran Mecano en su última etapa o es que ni eso, que éramos tan jóvenes que nos parecía lo más?), y me volvió a pasar el 14 de Octubre en el concierto de LOVG al que este cursi tuvo bien asistir.

Con un estadio olímpico (a muchos se les llena la boca al hablar del mismo, cuando no puede ser mas feo) lleno si quiera en una cuarta parte (cosa que no se notaba demasiado, pues habían puesto el escenario casi pegado a las gradas del fondo), comenzaba con media hora de retraso el que anunciaban como último concierto de la gira. Mentira. Después he leído varias citas más, y no una o dos, sino decenas. Esto hizo que todos aquellos que esperábamos algo especial del mismo nos quedáramos con las ganas, y el grupo ofreció el mismo concierto que en cualquier otra ciudad, o incluso con algún tema menos. En cuanto salió Amaia al escenario (a la que en directo el Photoshop no le funciona demasiado) pude comprobar que esto iba a ser mas de lo mismo. ¿Cómo se puede salir al escenario con unos vaqueros, una camiseta y una rebequita del Zara Tara? ¿Por qué esta señora asume que queremos verla vestida de forma normal? No, señores. No quiero ver a mi vecina cuando voy a un concierto. Quiero ver que te lo has currado, que te has pensado un vestuario, que sufres en tacones en el escenario, que haces paradas no para tontear con tus compañeros de grupo, sino para cambiarte de modelito. Estoy harto del glamour cero y del buenrollismo. A ver cuando se enteran que una imagen vale mas que mil palabras, y que el 60 % de mi impresión sobre un concierto está en la imagen. Y con imagen no me refiero sólo a la estética: me refiero al uso que se haga de las luces, de la escenografía, de la temática... No es tan difícil currarse unas visualizaciones un poco mejores de las que salen el el Winamp (lo juro: calcadas), no es tan difícil programar un juego de luces espectaculares (tan solo hay que estar un poco pendientes a las canciones que se tocan), no es tan difícil elegir un hilo argumental o un concepto determinado y desarrollarlo a lo largo del concierto y no es tan difícil elegir una estética determinada. En definitiva: no es tan difícil no ser cutre. Y mira que este año se notaba que había mas pasta que los anteriores: la pantalla gigantesca del escenario (aunque con no mas de 4 bits para mostrar los colores) y las torres giratorias de luz daban prueba de ello, pero gastarte dinero en eso y salir en vaqueros... no tiene nombre.


En cuanto a lo musical, pues no estuvo del todo mal. Dos horas y cuarto de concierto en los que sonaron casi todos los temas del último disco (excepto Cuantos cuentos cuento) y los éxitos de los anteriores. Por alguna extraña razón que a mi se me escapa vuelven siempre a tocar temas como "Cuéntame al oído" o La Playa, absolutamente prescindibles para mí pero que a la gente parece que le encanta. En general Amaia canta bien y suenan muy bien en directo, en parte porque llevan gran parte de la música pregrabada (algo lógico). Algún que otro guiño al público sevillano (Sevilla, de Miguel Bosé) y poco más, salvo esa cosa que ocurre en todos y cada uno de los conciertos de esta ciudad en la que el público acaba recitando aquello de esto es Sevilla y aquí hay que mamar, no se con qué intención, la verdad. Y eso sí: espeluznante la fauna que había por allí: aquello parecía una manifestación en favor de la familia mezclada con la fiesta del orgullo de aquellos gays de zapatilla de esparto y rizo nuquero que tanto pululan por esta ciudad.

Al salir, como comentaba antes, la misma sensación de siempre. Uno más.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

pues tio, a mí me gustó. especialmente porque esperaba que fuera mucho peor. lo que sí me incomodó mucho fueron las mochilas de la gentuza que va a esos conciertos, empujando como si quisieran comerse a la amaia. pero bueno, correcto. muy bien.

Anónimo dijo...

Para eso te quedas en casita escuchando el disco, yo que tú renegaba del grupo, mira que son malos, jeje.

Pues este viernes ya te he dicho que hay concierto, a lo mejor te lo pasas mejor que en ese. Te vienes? No te va a defraudar, más que nada porque no esperas nada. No te preocupes por aglomeraciones y empujones porque no creo que haya más de 50 personas. Aprovecharé las muñequeras popys :)

Jacobo dijo...

pues era de esperar, un grupo que tiene un estilo "tan propio" y sin ganas de evolucionar es normal que hagan las cosas porquetengoquehacerlas...

Los tres discipulos de Shyva dijo...

Este verano tuve que obligatoriamente asistir al concierto de... como se llaman... no sé, donde canta la novia de F.Alonso.. y sin entrar en la calidad del concierto me parecio feísimo que ella apareciese vestida con una falda y camiseta de algondon y unas zapatillas de deportes blancas.. parecia que estaba en pijama.
si es que así como va a salir bien... que poco sentido de subir al escenerio por favor

Mambotaxi dijo...

Si es que a algunos/as habría que verlos en su vida diaria...