29 octubre 2007

La vida privada de Sherlock Holmes


La vida privada de Sherlock Holmes era una de las películas favoritas de su director, Billy Wilder. Uno presupone que a un director le debe de gustar todo lo que dirige, aunque la realidad nos dice que eso casi nunca pasa. Le gustaba porque era un film elegante, bien fotografiado en color, y con unos personajes que se habían Wilderizado lo suficiente como para reconocer en ellos su pluma y la de Diamond, pero sin perder las raíces asentadas por las obras de Doyle.

Pero claro, todo esto era lo que pensaba de "su obra original", no de lo que hicieron en la sala de montaje con el material que él había entregado. En principio la visión de Wilder sobre el detective era una película compuesta por 5 episodios, narrados a través de flashbacks por un muerto (Dr. Watson, utilizando un recurso ya probado con éxito en Sunset Boulevard), que narra algunos de los casos más incómodos y atípicos que la pareja tuvo que aceptar, y de los que no salieron demasiado bien parados. Wilder, una vez rodado todo el material (con algún que otro parón propiciado por el intento de suicidio del protagonista, Robert Stephens), tuvo que venirse a Europa para localizar Avanti!, por lo que dejó en manos de un montador de su confianza la confección final de la película. Éste, siguiendo órdenes del estudio, y tras ver que el metraje original pasaba de las tres horas, decidió eliminar tres de las historias, dejando sólamente dos de ellas. Wilder, al volver y ver lo que habían hecho con su película, renegó de ella pero no tuvo tiempo de poder hacer nada más. Así que la película se quedó tal y como la conocemos hoy, y sin posibilidad de ver la otra versión, pues los rollos de película desaparecieron, encontrándose sólamente algunos fragmentos y trozos de audio, pero nada significativo como para reconstruir el que hubiera sido el montaje de Wilder. Por tanto, nos quedamos sin saber si la versión de Wilder hubiera sido mejor que la que conocemos. A mí la película me fascina tal y como está.

Cuando la vi de pequeño me llamó la atención lo bonita que era visualmente. A esa edad podía decir poco más, aparte de lo que ya de por si dice que una película clásica de dos horas tenga pegado a la pantalla a un niño de 12 años. Con el paso de los años he apreciado otras cosas: el fino y elegante humor de los protagonistas, la relación de camaradería entre Holmes y Watson, la profundidad aportada a unos personajes que ya estaban anclados en el cliché más absoluto (con las sugerencias sobre la homosexualidad de Holmes o su adicción a la cocaína) o la historia, que entretiene como pocas. Entre las joyas, el siguiente diálogo:

Watson: "Holmes... Permítame una pregunta. No quisiera parecer indiscreto pero, ¿ha habido mujeres en su vida?".
Holmes: "La respuesta es sí... Me parece usted indiscreto".
La edición en DVD de la película (MGM Video) es mejorable en todos los aspectos. La calidad del máster no llega a la mínima en algunas escenas, entre los subtítulos no viene el Español (aunque sí el turco) y los menús parecen hechos por un alumno de primero de Paint. Yo tuve que verla en español, cosa que tampoco me desagradó demasiado ya que las voces de la película forman parte de la imagen que tenía de ella en mi cabeza (aunque te tienes que acostumbrar a que no haya sonido ambiente cuando hablan los personajes). Todo esto por 8,95 euros.

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