18 noviembre 2006

Queridísima mamá

Si alguna vez alguien ha pensado que tenía una madre mala de verdad, de estas que dices ¿pero como puede ser mi madre?, debería echar un vistazo a esta película y empezar a quererla un poco más. Porque una vez visto cómo era Joan Crawford en la intimidad, se tiene merecido que Bette Davis, aunque fuera en la ficción, le pusiera de desayunar una rata muerta.

Este no es un biopic al uso: de hecho, no es ni un biopic: es la dramatización de las memorias escritas por la hija de Joan Crawford en las que relata cómo fue la vida de su madre y su relación con ella de puertas adentro: su despido de la MGM y de la Warner, sus problemas con el alcohol, sus salidas de tono con sus parejas, su enfermizo perfeccionismo y sobre todo su larga mano. Pero que muy larga... Evidentemente son unas memorias escritas desde el rencor, así que era bastante previsible que no hablara de las bondades de la actriz.