Montaña helada
Helado me quede mientras pasaba una noche de verano viendo "Cold Mountain" en el cine de ídem de la Diputación. Nunca reparo en la buena idea que es un cine de verano: al aire libre, terracita, bocadillos,... no es muy cinéfilo pero merece la pena por estar viendo una peli, mirar al cielo y poder ver las estrellas.
El caso es que he ido a ver la peli de marras. Ni me atraía ni me dejaba de atraer, simplemente no tenía nada mejor que hacer y, como siempre, he balanceado los pros y contras y como siempre ir al cine puede con casi todo. Anthony Minghella no es un director que se prodigue mucho: tan solo tres peliculas, pero las tres me han hecho sentir algo, y además tengo que darle gracias por descubrirme a ese gran personaje que es Jude Law (seguro protagonista de "El paciente Ingles" si se hubieran conocido antes). El caso es que la peli me ha gustado bastante, me ha mantenido emocionado a lo largo de las 2,30 horas de metraje. Quizas un poco excesiva en duración, pero no en sentimientos. Me he creído absolutamente a todos los personajes, excepto a Renée, que no me acaba de cuajar.
Aunque la alabé en Chicago o Bridget Jones, creo que está cayendo en el error de empezar a utilizar tics faciales para expresar sentimientos. No se si normalmente es asi, pero se pasa casi toda la película poniendo morritos y con los ojos achinados cual miope oriental. Además, el doblaje es pésimo, tiene voz de dibujo animado (v.o. seria demasiado pedir a un cine de verano) y creo que no se merece en absoluto la nominación al oscar y mucho menos que lo ganara.
En fin, que recomiendo esta pelicula a todos aquellos que quieran sufrir durante dos horas y media, y no esperen finales felices o complacientes; es un poco dura pero necesaria.
En paralelo: oyendo El cine (de Lo Que Yo Te Diga)
No hay comentarios:
Publicar un comentario